Una fiesta solo para valientes

El barrio disfruta de cinco intensos días pensados para honrar a su patrón

16 may 2018 / 08:32 H.

Tenemos una feria muy grande, que ni la de Sevilla, vaya, una gran fiesta”. Convencido, mientras aguardaba la salida de su patrón, San Isidro, un parroquiano de Las Infantas, hacía un análisis de la principal celebración de esta barriada de la capital. Este núcleo de población, a la vera de la vía del tren, tiene de todo, farmacia, bares y una gran iglesia, levantada por suscripción popular no hace ni una década, dedicada al labrador madrileño, como no puede ser de otra manera. Sin dejar de admitir que este vecino exagera un poco, como buen andaluz, es de justicia reconocerle que las fiestas infanteñas son mastodónticas, si se tiene en cuenta que se organizan para una población que no llega a las cuatrocientas personas censadas, menos habitantes que algunos residenciales de la capital.

“Voy a entregar la cuchara”, confesaba, a modo de análisis de la festividad, una joven. Y es que ayer, con la procesión del santo jornalero, previa a la copa de hermandad y una degustación de ibéricos, antesala de la traca final, concluía una celebración, salpicada de verbenas y dianas floreadas, que arrancó el pasado viernes, 11 de mayo, jornada que los católicos consagran, por ejemplo, a San Ignacio de Láconi y San Antimo de Roma. Arrancaron los festejos en Las Infantas con su correspondiente pregón, a cargo de José García Almagro, la actuación del grupo Transistores y uno de los momentos más esperados, la coronación de las reinas, damas y miss y míster locales. Son Carolina, Telma, Lucía, Agustín, David, África, José María, Isabel María, Carlota, Adrián, Candela, Sophia, Enma, Leo, Rocío, Paula, Leonardo y Juli que, por guapos, simpáticos, fotogénicos y demás atributos, son los protagonistas, para orgullo de sus padres, abuelos, titos, hermanos, primos y, en general, cualquiera que los viera abrir la procesión, como hicieron más anchos que panchos y con mucha gracia. Los hermanos mayores, como debe de ser, también acapararon las miradas. Este año les tocó a Francisco Miguel López Anguita y Carolina García García que, además, es la representante de la Alcaldía en este apéndice del casco urbano jiennense. Este joven matrimonio recomendó a todos disfrutar de esta experiencia. Entre los que les hicieron caso están tres concejales del Gobierno local, Manuel Bonilla, de Hacienda; Isabel Azañón, de Cultura, y Reyes Chamorro, responsable de Asuntos Sociales. Los representantes institucionales acompañaron a estos vecinos y asistieron a misa, antes de recorrer las calles en el desfile procesional que se extendió, hasta que se hizo de noche, todo lo que pudo para no dejar ni una calle sin pisar en Las Infantas. Por cierto, la celebración religiosa tuvo acompañamiento musical, de la mano del coro de la parroquia, habitual en los días grandes.

A la cabeza de la procesión, el abanderado, Francisco de la Torre, conocido, como él mismo aclara, con el sobrenombre de El Pica, el alias le viene de su bisabuelo, que vivió una mala experiencia con los higos y los marranos. “En el pueblo es que nos conocemos así”, bromea. Para concluir la marcha, la banda de música de Jaén, dirigida por Juani Martínez de la Hoz. Cada dos por tres, colaban el himno de San Isidro, que, compuesto por la hermana mayor y su hermano Juli, gusta mucho.