Una feria de tradición centenaria

Las fiestas se remontan al siglo XVI, cuando hacían una exposición de reliquias

09 sep 2018 / 11:42 H.

No hay mejor ambiente que el que se vive en Noalejo durante los primeros días de septiembre. Y no es para menos, pues la feria convierte los últimos vestigios del verano en una celebración multitudinaria en el municipio jiennense. De hecho, es la forma más especial de despedirse de la estación estival, rodeados de buena compañía, diversión y algún que otro vaso de vino. La gran tradición de esta feria no la corta ningún diluvio. Las fiestas se remontan a la época de su fundadora, Mencía de Salcedo, en el siglo XVI. Esta mujer obtuvo de la reina Isabel de Portugal, como premio a su lealtad, una dote de tierras y una amplia colección de reliquias religiosas. Sin embargo, gran parte de estas desaparecieron con el paso de los años.

Fue en torno a estos regalos que se organizaron las primeras fiestas, explica Francisco Javier Martos, historiador local, quien comenta que estas comenzaban el 8 de septiembre con la exposición de los objetos en unos soportales que había en la casa parroquial de la iglesia, que a su vez se convirtió en un foco de peregrinación para muchos jiennenses y religiosos. Con ello, empezaron a acudir muchos comerciantes a la ciudad y pasó a ser una de las ferias reales más importantes de la provincia, siendo los días 9, 10 y 11 los días en los que se hacía la feria de intercambio y venta de mercancías. Sus inicios fueron, en definitiva, muy diferentes a cómo se celebra hoy día la feria real en Noalejo. De hecho, son muchas cosas las que ya se quedaron atrás, como la exposición y venta de ganado. Ahora, la feria de Noalejo se centra en sus empresas y comercios locales y, como no, en ofrecer un buen abanico de actividades para todos sus vecinos. El Ayuntamiento se vuelca, desde el primer día, con estas fiestas. Así, el viernes invitó a todas las personas mayores del pueblo a una cena en la plaza, mientras que ayer fue el turno del desfile de trajes de gitana a cargo de la Asociación Tamar y de una verbena que dejó ojeras en todos los vecinos. Hoy, el día en el pabellón comenzará temprano, a las 11:00 horas, y continuará con una comida popular en las pistas polideportivas. La noche, por su parte, volverá a ser el tiempo de bailes y buena música con la verbena de las diez.