Una fecha para emocionarse

Una devoción histórica por la patrona, Nuestra Señora de la Asunción

16 ago 2018 / 12:01 H.

La historia de la Virgen de la Asunción como patrona de Rus, así como de su Hermandad, va mucho más allá de lo que se podría pensar. Según un acta que obra en poder de la cofradía, fechada el 15 de agosto de 1940, la Hermandad de la Asunción de Nuestra Señora de Rus, se puede decir que existe desde principio de siglo, aunque hubo unos años en que se extinguió por conflictos de la guerra.

El testimonio oral de un hermano, de más de 80 años de edad, también confirma esta tesis, al decir, que su padre y abuelo, fueron hermanos de dicha hermandad. Por la documentación escrita (estatutos) que se poseen, esta hermandad quedó instituida con el fin principal de fomentar el culto de la Santísima Virgen bajo tan sublime y misteriosa advocación.

La Hermandad de la Asunción de Nuestra Señora posee dos imágenes de la patrona de Rus. La primera, de escayola, fue donada por Margarita de Alava y Carrión en 1941, que es la que actualmente se venera y con la que se realizan los actos de culto y procesión. La segunda —talla— fue donada por Juan Ruiz Cortés en 1964 y fue realizada por el escultor Palma Burgos. La hermandad ruseña, a través del tiempo, se ha encargado de realzar la celebración de la Virgen y de establecer los cultos a seguir el día de su conmemoración. Los hermanos, acuden a La Asunción de Nuestra Señora en el amor y esperanza que emana de una verdadera “madre”.

El fervor y devoción que el pueblo de Rus muestra y siente por su patrona, la Asunción de Nuestra Señora, es cada día mayor, acompañándola en los actos, cultos y procesión, que en su honor se realizan. Buena muestra de ello fue la pasada mañana, cuando ni siquiera el deslumbrante sol que brillaba sin cuartel y las altas temperaturas intimidaron a los ruseños para echarse a la calle, vestidos con sus mejores galas, y dirigirse a la parroquia para escuchar la eucaristía en su honor.

De esta forma, a las 11:00 horas, comenzó una preciosa misa rociera en una iglesia completamente abarrotada y en la que muchos de los vecinos y visitantes de Rus tuvieron que aguardar de pie debido a la superación del limitado aforo. La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción lucía resplandeciente para un día tan especial, sin importar la antigüedad de sus piedras, algo que la hace incluso más emblemática. Y es que, los escudos del obispo Francisco Delgado que alberga el templo indican que debió construirse entre 1565 y 1576. Una vez concluida la fiesta religiosa dentro del pueblo, llegó el momento de trasladar la alegría a la calle con el desfile procesional de la patrona.

Todo el séquito de fieles que se encontraba dentro de la iglesia acompañó a la imagen de la Virgen de la Asunción en todo momento durante una procesión amena y que no se alargó en exceso debido al calor. El trono, adornado con coloridas flores y portado por los hermanos, recorrió las principales calles del municipio jiennense bajo los constantes vítores de sus devotos.

Al estar tan próxima a la Real Feria de Rus —celebrada del 2 al 5 de agosto—, esta fiesta dedicada a la patrona se limita a estos actos religiosos. Sin embargo los vecinos de este municipio jiennense viven intensamente esta fiesta debido al fervor que sienten por la que es la “madre de Rus” y siempre guardan la fecha para poder estar presentes.

Tras la procesión, el pueblo entero se reparte por los diferentes establecimientos hosteleros para tomar un refrigerio y soportar el calor de este mes de agosto. La cofradía, por su parte, aprovecha tras la celebración para organizar su propia comida de hermandad y festejar un nuevo año cofrade en una jornada de convivencia en la que reina el buen ambiente y todos los asistentes se sienten en familia acompañados de sus hermanos. Una tradición que se respeta todos los años y que es el hermano mayor el encargado de elegir su lugar de celebración.