Un viaje por la esencia periodística

El amplio y concurrido salón de actos del colegio Manuel Andújar de La Carolina acogió la nueva parada en la ruta del Proyecto Prensa-Escuela de Diario JAÉN. El coche eléctrico en el que el equipo de este periódico está recorriendo la provincia para llevar el periodismo a las aulas, fomentar valores ecológicos y llamar a la participación del Concurso de Redacción Jóvenes Periodistas alcanzó su destino sobre las diez de la mañana de ayer. Una vez dispuesto un buen número de ejemplares de Diario JAÉN en las butacas, fueron accedieron los alumnos carolinenses, más de cien, de Quinto y Sexto de Primaria.

El director de este periódico, Juan Espejo, explicó a los chicos que el compromiso ecológico de Diario JAÉN no se limita sólo al Prensa Escuela de este año, sino que se hace efectivo de forma continua. De hecho, al hecho de que el papel de periódico siempre se reutilice para imprimir nuevos ejemplares, se une el de que la propia tinta con la que se plasman las noticias tenga una segunda vida en forma de arena para fabricar ladrillos, que son fácilmente reconocibles porque son de color gris. A esto se suman los innumerables usos que se le da a los periódicos, una vez devorada la actualidad por los lectores tanto adultos como infantiles, como improvisadas “bayetas”, entre otros, los primeros, y como material para fabricar juguetes, los segundos.

Tras ello, Espejo comenzó su habitual repaso histórico por las herramientas de la escritura y de la imagen sin dejar de lado la concienciación en lo que se refiere al reciclaje. No en vano, sacó de su maleta viajera dos particulares cámaras de fotos, una hecha con cartón y papel de periódico; la otra hecha, con latas. Esta última, además, una “sorpresa” en su objetivo que arrancó alguna que otra carcajada en el salón.

De nuevo, uno de los “gadgets” que más llamó la atención de los alumnos fue la máquina de escribir que los periodistas de antaño usaban para redactar las crónicas de partidos de fútbol “in situ”. Incluso los profesores mostraron interés —de otra clase y más tirando a la nostalgia— por la misma. No fueron pocos los niños que aseguraron haber usado una cámara con carrete. Si hubo alguno al que le creció la nariz, lo supo disimular hábilmente.

Espejo tuvo que pedir ayuda a Alexa para poner el broche de oro a la charla. El asistente virtual de Amazon robó la atención del alumnado mostrando todas sus habilidades, de las que ya se beneficia a diario este periódico. Los niños, así, comprobaron de primera mano que el avance de las tecnologías de la información sigue adelante a un ritmo frenético.