Un jiennense describe seis nuevas especies de escarabajo

Francisco Molino, natural de Mancha Real, avanza en el estudio de otras cuatro variedades de coleópteros

25 jul 2017 / 10:18 H.

Francisco Molino, doctor en Biología, ha descrito una serie de especies de escarabajo, pertenecientes a diferentes familias, que son totalmente nuevas para la ciencia. Hay tres puntos de esta investigación que resultan especialmente interesantes debido al conocimiento científico que aportan al saber. Este estudio permite ampliar el período temporal en el que estas familias de escarabajos aparecieron, explicar el porqué de su actual distribución y avalar las teorías de los relojes moleculares.

Según expone Francisco Molino, durante la revisión de una serie de páginas webs dedicadas a la venta de piezas de ámbar para el coleccionismo y la joyería pudo comprobar que, dos de dichas webs, vendían piezas con escarabajos que pertenecían a especies nuevas. Molino adquirió 10 piedras de ámbar en total de las que ha descrito seis nuevas especies, tres ya están publicadas y otras tres lo estarán próximamente, y cuatro que se encuentran en proceso de estudio. Todos los escarabajos proceden del período llamado Cenomaniense, perteneciente al Cretácico. Además, según expone Olmedo en un informe, las especies pertenecen a la familia de escarabajos saproxílicos, que se alimentan de madera muerta, y miden entre 1,5 y 6 milímetros.

La investigación ha arrojado algunos datos de interés. En primer lugar, se tenía constancia de que los fósiles más antiguos de estas familias de escarabajos, procedentes del yacimiento de ámbar Myanmar, databan de hace 8 o 9 millones de años, sin embargo su investigación revela que realmente se remontan a prácticamente unos 100 millones de años.

Otro de los interesantes avances que ofrece Molino trata sobre la actual distribución de las distintas especies que se ubican en zonas de Australia y Chile, en el hemisferio sur, pero que no se han encontrado en el hemisferio norte. “En esa época había dos súper continentes, uno de ellos era Gondwana, que estaba en el sur, y que es donde se encontraban estas especies. Esto hace que las actuales distribuciones sean lógicas”, declara el biólogo mancharealeño.

Por último, la investigación permite avalar la utilidad de los estudios basados en los relojes moleculares. Estos relojes se sostienen en que las mutaciones no se producen de manera azarosa, sino que tienen una periodicidad temporal, es decir, predicen el origen de especies, géneros o familias de seres vivos basándose en modificaciones periódicas del ADN, tal y como ha ocurrido en el caso de la nueva especie de Parandrinae, que procede del Cretácico como predecían estos relojes. Los resultados han sido publicados en la revista científica Lambillionea.