Un espacio escénico para un querido maestro y alcalde

Un maestro honesto, un político honrado, cercano. Un hombre lleno de humildad, que vivió por y para su pueblo. Un personaje progresista que se convirtió para muchos en un espejo en el que mirarse. Un tosiriano al que llamaban “Don Miguel”. Ese político reivindicativo que se plantaba en las Consejerías y no se marchaba hasta que no le escuchaban. Son solo algunas de las palabras que le dedicaron sus compañeros y vecinos en el Teatro Municipal, un espacio al que tantos esfuerzos dedicó por hacerlo realidad, y que ahora lleva su firma. Miguel Anguita Peragón da nombre al teatro de Torredonjimeno, después de que una petición popular refrendada por miles de firmas, fuese apoyada, de forma unánime, por el actual equipo de Gobierno. Para la ocasión, el Ayuntamiento organizó un acto sencillo, pero muy entrañable.

Faltaban pocos minutos para las ocho. El teatro bullía de gente y de emoción. El rostro de Miguel Anguita, ese político, que se convirtió en el primer alcalde democrático de Torredonjimeno y que permaneció en el cargo durante 24 años consecutivos, estaba presente sobre el escenario y en el recuerdo de los presentes. Todos comentaban lo mismo. “Se lo merecía”. Con estas palabras comenzó la primera parte del acto, la celebración del pleno extraordinario. El actual alcalde, Juan Ortega, presidió el encuentro y dio paso a cada uno de los portavoces de la Corporación. “Queremos reconocer la labor que desempeñó en un periodo tan difícil como regidor, como fue el cambio político que se produjo en España con el inicio de la Transición, sabiendo dirigir todo un pueblo, el cual confió en él para que Torredonjimeno se transformara en la gran ciudad que es hoy”, expresó el portavoz socialista, Manuel Anguita. Del exalcalde destacaron la gran apuesta que hizo por la cultura y la educación, como indicó Maribel Lozano, del Partido Popular. “Este acto que estamos celebrando hoy —por ayer— es un acto de justicia”, reivindicó Mamen Barranco, de Izquierda Unida. Antes de acabar el pleno tomó la palabra su hija, Rocío Anguita, quien emocionada, agradeció el homenaje. “El poner el nombre de Miguel Anguita a este teatro, no es solo recordar a una persona en su faceta humana, que también. Sobre todo, reconocer una forma de hacer política que ha marcado la vida de Torredonjimeno para siempre”, argumentó Anguita. Juan Ortega cerró la sesión. “Lo conocí en los años 70, cuando fue capaz de apostar en Torredonjimeno por una librería, cuando todo giraba en torno al olivo”, subrayó. Ortega recordó, entre lágrimas, sus logros y la faceta de ese profesor del colegio El Olivo, que además tenía una librería, donde, sin duda, se habló, y mucho, de política. La segunda parte estuvo protagonizada por los testimonios de compañeros y amigos que quisieron brindarle unas palabras a ese al alcalde que dedicó su vida a todo un pueblo.