Una tradición en pleno auge

El Encuentro Anual de Encajeras Úbeda, Ciudad de Patrimonio de la Humanidad es una de las citas más consolidadas del país, no solo por la cantidad de inscripciones que registra en cada una de sus ediciones —concretamente superaron las cuatrocientas este año—, sino también porque además porque se acerca a la “mayoría de edad”, pues alcanzó su edición diecisiete.

Participaron personas procedentes de todas las provincias andaluzas, Ciudad Real, Murcia, Toledo, Comunidad Valenciana, Madrid o Huesca, entre otros lugares de la geografía nacional.

En la reunión se mostraron los distintos trabajos que las socias de la Asociación de Encajeras de Úbeda han realizado a lo largo del presente año. Además, se realizaron talleres de frivolité y patchwork abiertos a todas aquellas personas que quisieron participar para practicar y conocer estas técnicas tan en auge. Los inscritos pudieron adquirir revistas y material especializado para realizar las distintas técnicas.

Esta vez, desde la asociación de encajeras, como explicó la presidenta del colectivo organizador, Pilar Puentes, se pretendía rendir un homenaje a los hombres que se inscribieran en el encuentro. Por este motivo se le dio un reconocimiento a Antonio Zurita de Aguadulce (Almería), nombrado “encajero mayor”, y otra distinción a Antonio Terrón, de Guardamar de Segura (Alicante).

El colectivo nombró socio de honor a la Panadería Francisco Ruiz Jurado, por su colaboración constante, plasmada en la elaboración de tortas y ochíos. Además se otorgó una distinción al grupo más numeroso que procedía de Santisteban del Puerto, en El Condado, y al más lejano, llegado desde la provincia de Barcelona.