Susto por una deflagración de gas

La explosión causa importantes daños materiales y el desalojo de las diez viviendas afectadas

29 mar 2017 / 11:34 H.

La tranquilidad de los residentes en la Avenida Antonio Machado y calles adyacentes se vio perturbada por un gran estruendo, en torno a las diez y media de la mañana. Una potente deflagración de gas se produjo en el segundo piso del número 1 de dicha avenida, que dejó a su paso miles de cristales esparcidos a lo ancho y largo de la vía. Se trata de una calle que conecta con la Plaza de Abastos y el casco antiguo de la ciudad, por lo que es muy transitada por los ubetenses a diario.

Tras la fuerte explosión, fue un particular el que alertó al servicio coordinado de emergencias 112 del incidente ocurrido. Hasta el lugar de los hechos se trasladaron, de manera simultánea, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES), el Cuerpo Nacional de Policía, así como el servicio de Bomberos y la Policía Local.

El suceso provocó que todos los vecinos del inmueble fueran evacuados por precaución, pues, dada la gran explosión registrada, técnicos del Ayuntamiento de Úbeda tuvieron que revisar el inmueble al completo para comprobar si la deflagración había provocado daños estructurales en el edificio.

Al parecer, la explosión fue provocada por una caldera. Según indicaron, en la zona se está instalando el gas ciudad y operarios de una empresa instaladora habían pasado por la zona momentos antes del suceso, por lo que se les consultó el motivo de su visita y si esta pudiera estar relacionada con el incidente. Estos y otros datos serán estudiados por la Policía Científica, que será la encargada de esclarecer las causas de la explosión.

Afortunadamente, los vecinos del piso afectado se encontraban trabajando en el momento del suceso, por lo que no hubo que lamentar daños personales, aunque los materiales fueron muchos y cuantiosos, pues el inmueble presenta graves destrozos en tabiques, puertas, ventanas, mobiliario y techos. En el exterior se han dañado ventanas, cierres y rejas.

Fueron diez viviendas, las afectadas por la explosión. Algunos residentes en el edificio contemplaban, con lágrimas en los ojos y con caras de incredulidad, el bloque. Algunos tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos. Los propietarios, acompañados por miembros de la Policía, entraron a sus casas para coger ropa y documentación, pues todo parece indicar que tardaran un tiempo en poder volver a sus hogares.

La Policía, los Bomberos, así como los operarios del servicio de limpieza se emplearon a fondo para restablecer la normalidad en la vía. También se personaron en el lugar del suceso responsables de algunas aseguradoras.