Palabras de devoción mariana

Pedro Ángel López Barella invita a los ubetenses a que se involucren más en la romería de la “Chiquitilla del Gavellar” y así vivirla desde el plano humano y espiritual

28 abr 2019 / 15:48 H.

La Ciudad de Los Cerros se prepara para vivir una de las citas marianas más importantes —si no la que más—, la Romería de la Virgen de Guadalupe, “madre”, patrona y alcaldesa perpetua de Úbeda. Jornada vivida muy intensamente por los ubetenses, pues en la romería de la “Chiquitilla del Gavellar” se dan cita un gran número de “guadalupanos”, que fieles a la cita con “su madre” regresan año tras a año a Santa Eulalia para compartir unas horas con ella antes de que llegue a Úbeda. Allí permanecerá hasta el mes de septiembre, cuando regrese al Santuario del Gavellar para su retiro invernal. Pero antes de la romería, los ubetenses tienen una cita con Pedro Ángel López Barella, encargado de pregonar esta fiesta en honor a la “Chiquitilla del Gavellar”, que se desarrolló en el teatro Ideal Cinema.

López Barella es un ubetense muy ligado a las tradiciones de su ciudad, por ello es cofrade de cuna y de sentimiento, no en vano, junto a dos buenos amigos, Manuel Jesús Ruiz y Francisco J. Murciano, fundaron la Asociación Barlomú, germen de la hermandad de La Sentencia. Además pertenece a otras cofradías de la ciudad, entre las que se encuentran Nuestra Señora de Gracia, Noche Oscura, Columna y Jesús Nazareno. No es la primera vez que López Barella se enfrenta a un pregón, pues este honor y a la vez responsabilidad ha recaído en él en otras ocasiones. Así, fue también el pregonero de la Semana Santa de 2014.

López Barella fue presentado por una amiga de la infancia con la que tiene una gran complicidad, Irene Alameda Herrador, que supo definir la personalidad de López Barella a la perfección. En lo que se refiere al pregón, fue una mezcla de sentimientos, emociones y vivencias del anunciador de la romería de la “Chiquitilla del Gavellar”, en la que no faltó una llamada de atención a los ubetenses para que se involucren más en la romería de la patrona. Además, López Barella, dentro de su discurso, lanzó un mensaje a modo de reflexión para que encuentren el sentido de la vivencia de la romería.

Una fiesta que, para su sentido anunciador, es un punto de encuentro con ubetenses amigos que regresan cada año para vivirla. Una romería que regala un camino de reflexión y conversaciones con uno mismo y con la Virgen de Guadalupe cuando, de madrugada, los romeros bajan entre olivares, desde Santa Eulalia al santuario de Guadalupe, para hablar con la “madre” antes, durante y después de la celebración de la eucaristía. En definitiva, una suma de sensaciones y emociones que dan sentido tanto al plano humano como al espiritual de los fieles.