Miedo por la integridad del alumnado del Conservatorio

Padres reivindican más seguridad en las obras de la Casa de las Torres

06 nov 2016 / 11:18 H.

No son nuevas para la ciudadanía las condiciones que el profesorado y el alumnado del Conservatorio Profesional de Música María de Molina soportan en los últimos años. Debido al gran número de estudiantes que tiene el centro —este curso escolar hay matriculados seiscientos cincuenta— existen dos sedes más, ubicadas, respectivamente, en el instituto Francisco de los Cobos y la Escuela de Arte Casa de las Torres.

Aun así, la reivindicación de padres y alumnado para que el Conservatorio disponga de unas instalaciones dignas no es la única ni la principal preocupación actual, pues una de las sedes del conservatorio se encuentra en obras, concretamente la de la Casa de las Torres, edificio que presentaba diferentes deficiencias estructurales así como alguna que otra filtración. Por este motivo, en el mes de septiembre se inició una intervención que tiene intranquilos a los padres de los alumnos que reciben sus clases musicales en este inmueble, aunque no solo afecta a los menores, sino que a estos es necesario sumarles las ciento veinticinco personas que se hallan matriculadas en la Escuela de Arte.

Algunos progenitores recurrieron a las redes sociales para denunciar las condiciones en que se ejecuta la intervención, puesto que, a su juicio, se pone en peligro la integridad física del alumnado, ya que considera que se incumplen las garantías mínimas de seguridad, salubridad e higiene, además de que las labores no están debidamente señaladas. Al menos esa es la opinión del colectivo de padres y madres del centro.

Por otra parte, el presidente del AMPA del Conservatorio, Pedro Muñoz, registró un escrito tanto en el centro como en la Delegación Territorial de Educación, en el que expresan sus preocupaciones. El texto advierte de que el perímetro en el que se acometen las mejoras no está señalizado correctamente, además de no respetar las medidas de seguridad en cuanto a evacuación en caso de incendios. El objetivo colectivo vinculado con el centro es que se tomen las medidas necesarias que garanticen la seguridad y la integridad de todas las personas que hacen uso del edificio porque, de no ser así, creen que algún día tendrán que lamentar una desgracia y, entonces, ya será demasiado tarde.

El comienzo de la intervención estaba previsto para el mes de julio —con el objetivo de que las tareas interfirieron lo mínimo en la impartición de las clases—. Sin embargo, según las fuentes, la falta de permisos pudo ser el motivo del retraso en los trabajos que, al final, arrancaron en el mes de septiembre, a principios del curso.