de Martínez

Un trabajo en el que unifica versos de las décadas de los 80 y 90 junto a otros escritos de los últimos años

29 may 2018 / 08:37 H.

El Centro de Interpretación Olivar y Aceite acogió la presentación de “Los lirios y los hombres”, el último trabajo de Ezequiel Martínez, periodista, escritor, poeta y director del programa televisivo Tierra y Mar desde 1992 a 2013. En esta nueva obra el autor trasmite todo su amor por la naturaleza.

“El autor es un pionero en la divulgación de la agricultura y del olivar. Hay varias generaciones que han crecido viendo los reportajes que para el programa Tierra y Mar realizó durante muchos años, un trabajo gracias al cual los telespectadores de todas la edades desarrollaron un gran cariño y amor especial por la tierra”, aseveró el presidente de la entidad ubetense, Javier Gámez.

“No es la primera vez que Ezequiel Martínez visita la sede de Olivar y Aceite, pues ha colaborado en varias ocasiones con nosotros”, recordó Gámez, ya que presentó la segunda edición de las “Jornadas Virgen Extra. Patrimonio Saludable’, celebradas en septiembre de 2016, además de participar en una sesión impulsada por el Club de Cata “Olivar y Aceite”.

En un salón de actos lleno de amantes de la lectura y de la naturaleza, Ezequiel Martínez presentó el que es ya su quinto libro. “Posiblemente, quizás el más delicado, ya que la poesía es arte mayor, mientras que la novela es una catedral, requiere de una construcción, conocimiento e investigación tremendos; pero quien se acerca a la poesía lo hace con sigilo, vergüenza y mucho cuidado”, destacó el autor sobre su obra.

En relación a su faceta poética, Martínez indicó: “Todos, con catorce o quince años, hemos hecho algún pinito y, después, dependiendo de nuestra vida, hemos continuado o no. Hace un año y medio hablé con una gran poetisa, Sara Castelar, editora de Karima, que ha editado “Los lirios y los hombres”. Lé pase unos ramilletes de poemas y me dijo que había cosas buenas y otras a mejorar”. La más reciente publicación de Martínez debe su nombre a un poema homónimo que habla de cómo el hombre es capaz de sembrar ira y destrucción pese a estar rodeado de belleza. La obra recoge poemas, en su mayoría, de los últimos cuatro años, aunque hay otros de los 80 y 90. También hay un capítulo dedicado al mundo rural vivo que habla de la gente del campo, de su mirada limpia. Además, trata la esclavitud de las nuevas tecnologías, “herramienta increíble con un efecto pernicioso del que meditar para que no esclavice”.