La iglesia de San Lorenzo recupera su patrimonio

El alfarje policromado del sotocoro del templo recobra todo su esplendor

14 ago 2018 / 12:21 H.

Aquellas personas que en las últimas semanas se acercaran por la iglesia de San Lorenzo, espacio recuperado para la cultura por la Fundación Huerta de San Antonio (FHsA), que además sumó un atractivo turístico de la ciudad, pues los muros del templo atesoran varios de siglos de historia, pudieron ver un andamio colocado para facilitar el acceso a las restauradoras del sotocoro. De ahí que la Fundación Caja Rural, desde hace un par de años, firme con la Fundación Huerta de San Antonio un convenio de colaboración para la recuperación del sotocoro de San Lorenzo, muy deteriorado por el paso del tiempo, agudizado por el estrés físico sufrido por los materiales que conforman el sotocoro debido a las malas condiciones que presentaban las cubiertas del templo antes de que la FHsA firmara el acuerdo de cesión con el Obispado de Jaén, para poder iniciar su rehabilitación. Gracias a esto, el patrimonio está en fase de recuperación.

El convenio de colaboración está enmarcado dentro del área cultural y adscrito al programa de recuperación de bienes culturales que lleva a cabo Caja Rural, cuyo objetivo no es otro que poner en valor y dar a conocer el rico patrimonio de la provincia a través del patrocinio de su restauración, como en el caso del alfarje del sotocoro de San Lorenzo.

En concreto, la Fundación Caja Rural de Jaén financió parte de la segunda fase de la recuperación del alfarje policromado del sotocoro de San Lorenzo. Intervención que continúa la primera intervención realizada el verano pasado, consistente en la limpieza superficial, fijación de policromías, protección y sentado de la capa pictórica y limpieza química de la policromía de un fragmento representativo de la obra.

Las restauradoras realizaron una limpieza química y/o física de las policromías, después de haber realizado las pertinentes pruebas de solubilidad y de resistencia física para la selección de los materiales más idóneos, para posteriormente aplicar una capa de protección, con una resina reversible. Actuación que finalizaron con un barnizado de protección, con la aplicación de una resina reversible.

Una vez desmontado el andamio, se podrá contemplar el trabajo realizado, que poco a poco devuelve su esplendor al alfarje.