Diversión en la “Escuela de Verano de Don Bosco”

Actividades lúdicas, culturales y de refuerzo son algunas de las iniciativas ofertadas a los menores asistentes

03 ago 2018 / 16:00 H.

Cuando los centros educativos de la provincia echan el cierre por vacaciones, la “Escuela de Verano de la Fundación Don Bosco” abre sus puertas. Así, medio centenar de niños de edades comprendidas entre los tres y los 15 años asisten a diario a esta escuela, que permanece operativa durante los meses de julio y agosto y que cuenta con lista de espera. Idoia Ruiz, coordinadora del campamento y miembro de la fundación, explicó: “El que prueba repite, pues ofrecemos a los menores atención socio-educativa complementada con actividades de ocio y tiempo libre”.

La iniciativa comenzó su andadura hace dieciocho años, y en ella se ofrecen actividades lúdicas y de apoyo educativo a niños de todos los puntos de la ciudad. Los doce primeros años tuvo horario de tarde, pero en sus últimas ediciones se amplió a las mañanas. La sede de estas colonias es el antiguo colegio Matemático Gallego Díaz. Así, los menores que participan de la decimosexta edición de la Escuela de Verano disfrutan de clases de apoyo escolar, talleres de cine, yincanas temáticas dedicadas al libro leído durante la semana y manualidades. Además, también se refrescan realizando actividades acuáticas en el complejo de piscinas municipales, gracias a la colaboración de la Administración local. Estas últimas les ayudan a combatir las altas temperaturas propias de los meses estivales.

Todas las actividades están realizadas bajo la supervisión de cuatro monitores que cuentan con el apoyo de voluntarios, mayores de edad, del Centro Juvenil Zero´s y del colegio Santo Domingo Savio de la localidad.

Las actividades lúdicas y educativas se complementan con otras como talleres de cocina, impartido por Ana Basagoiti, responsable de “La Cocinita de Anita”. Con esto se pretende fomentar entre los más pequeños hábitos de alimentación saludables. En concreto, los niños aprendieron a realizar una mousse de chocolate que posteriormente degustaron.

Además, la organización garantiza, durante los meses de verano y gracias a una subvención recibida de la Junta de Andalucía incluida en el Plan de Garantía Alimentaria, las tres comidas básicas para los menores, desayuno, comida y merienda. Esto aumenta su importancia ya que la gran mayoría de estos menores son derivados por los Servicios Sociales y pertenecen a familias susceptibles de caer en exclusión social.