Tradicional procesión por el cielo

La calle Arroyo de Los Villares se vistió de gala para esta Semana Santa. Unos días diferentes al resto de los años pero que los vecinos de este municipio jiennense no dejaron la oportunidad de presenciar las procesiones en estas fechas. Para ello, unieron los balcones de la vía mediante un tendedero, engalanaron sus ventanas, pusieron marchas de Semana Santa en un altavoz y cantaron saetas. Todo ello, mientras dos maquetas de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores hacían su recorrido por la calle villariega bajo la atenta mirada de sus devotos que no parpadeaban ningún segundo.

En estos días de confinamiento se puede ver la gran imaginación que tiene las personas y esta es una muestra más de ello. Después de que no haya procesiones ni pasos durante la Semana Santa, estos vecinos de Los Villares no quisieron perdérsela y montaron una celebración nunca antes visto en este municipio jiennense. La excepcionalidad de la situación debido al coronavirus, optaron por hacer una procesión diferente pero con el mismo sentimiento.

La arquitectura de la misma era muy simple. Solo se necesitaban dos maquetas de ambos pasos de la Semana Santa villariega, que con un gancho lo ponían sobre una cuerda que anteriormente había sido puesta entre dos balcones de la calle Arroyo. De esta manera, desde una punta, como un tendedero, tiraba un vecino para hacer andar el paso y la procesión.

Durante esta celebración no pudieron dejar pasar la oportunidad de simular la realidad. Para ello, en mitad del camino, cuando se cruzaron Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, hicieron un encuentro como el que se produce todos los años en Los Villares. Alzaron las cuerdas de ambos lados y en el aire se balanceaban, simulando el saludo de un Viernes Santo normal en el municipio jiennense. Tras este parón, ambos siguieron su curso con el sonido de fondo de las marchas típicas de la fecha mientras los vecinos, asomados a los balcones, aplaudían sin parar. Solo se quedaron en silencio un momento, en el que una mujer cantó una saeta a María Santísima de los Dolores. Tras esto, volvieron al curso de la procesión y no dejaban de alabar a los pasos.

Una simulación tan real que hizo que Los Villares no se quedara sin esta celebración tradicional de cada Viernes Santo y, aunque fuera en el cielo, sin pisar el suelo, los devotos pudieron disfrutar de ver los pasos haciendo su estación de penitencia por el centro del municipio, de una forma nunca antes vista pero que sirve para compensar el confinamiento que está sufriendo la población debido al decreto de estado de alarma para luchar contra el coronavirus. De esta manera, fue una mañana diferente y que sirvió para entretener a los vecinos de esta calle céntrica de Los Villares mientras veían pasar a Nuestro Padre Jesús Nazareno y a María Santísima de los Dolores por el cielo villariego y con la esperanza de verlo el próximo año procesionar por sus calles.