Tradición y tauromaquia se unen por San Roque

Los festejos taurinos tienen una especial relevancia en el municipio de Siles. Una tradición que viene, aproximadamente, desde el año 1860, cuando los sileños vivían una época de hambre y pobreza. Una de las vacas utilizadas en los encierros se sacrificó y coció en la denominada caldera de San Roque para repartir la carne entre las personas más necesitadas del municipio.

Este hecho sigue presente en los festejos. Miles de personas se acercan hasta el municipio para vivir estos actos que, además, este año cuenta con un encierro protagonizado por dos novillos.

Cada mañana, desde que los festejos comenzasen el pasado 13 de agosto, la charanga El Bombazo despierta a los habitantes y visitantes de Siles para anunciar los encierros de novillos que tendrán lugar justo después y que tanto gustan dentro del municipio.

Francisco Javier Bermúdez, alcalde de Siles, destaca que estos primeros días de festejos han sido muy bien recibidos entre los residentes y que la afluencia de visitantes es muy importante en estos momentos.

“Nosotros pasamos de tener unos 2.300 habitantes a llegar a los 7.000 durante estos días. Estas fiestas sirven como un reencuentro de las personas que se marcharon fuera con sus familiares y amigos durante estos días”, afirma el alcalde.

Hoy Siles vuelve a contar con un nuevo encierro de novillos y por la noche comenzará uno de los actos clave, con la cocción de la carne en la caldera de San Roque desde la medianoche hasta el día siguiente sobre las 06:00 horas.

“Esa carne está cociéndose hasta el día siguiente que tiene lugar la misa y la procesión en honor a San Roque” cuenta el alcalde sobre esta actividad.

“De las fiestas de este año destaco, sobre todo, el comportamiento de todas las personas porque es un comportamiento cívico”, afirma Bermúdez. Además, aprovecha para invitar a todos aquellos que durante estos días quieran formar parte de los festejos y descubrir el municipio y sus costumbres.