Tradición en torno al patrón

La romería del Señor de la Vida congrega a vecinos en torno a la ermita de la aldea

07 may 2018 / 08:27 H.

Bélmez de la Moraleda y la pedanía de Belmez fueron un ir y venir de personas con motivo de la romería del Señor de la Vida. El patrón del municipio congregó a numerosos vecinos y devotos dentro de la jornada principal de estas tradicionales fiestas de carácter religioso. Y es que decenas de personas de todas las edades vivieron y disfrutaron de los actos centrales de tan popular acontecimiento, el cual tuvo momentos muy destacados, como la solemne procesión y el auto sacramental durante la misma.

La jornada dominical arrancó en el casco urbano de Bélmez, ya que desde la parroquia se inició el recorrido del cortejo procesional. El Señor de la Vida fue trasladado a la pedanía de Belmez, en cuya ermita permanecerá hasta el próximo año. Durante el trayecto, el trono con el lienzo del Señor recibió el acompañamiento de los fieles, de la banda de música, de carrozas perfectamente engalanadas para la ocasión y de elegantes jinetes a caballo. A la llegada a la aldea, se procedió a la representación del tradicional auto sacramental, una escenificación en la que se recreó el carácter histórico de la romería; las tropas cristianas y musulmanas se enfrentaron por el dominio del castillo y la salvaguarda del sagrado cuadro que representa a Cristo.

En torno al mediodía, la ermita de Belmez albergó, en su zona externa, la eucaristía en honor del patrón. A continuación, desde la Cofradía del Señor de la Vida se entregaron una serie de obsequios a vecinos que participaron en la romería con sus mejores carrozas y monturas. Y cuando llegó el momento del almuerzo fueron muchas las personas que optaron por comer en el campo o tomar algo en las barras y casetas instaladas junto a la ermita. Porque si algo caracteriza a estas fiestas populares es, precisamente, su carácter de convivencia social y familiar.

“Estas fiestas son muy familiares, ya que la gente se reúne en el entorno o bien en varios puntos del término. La de hoy —por ayer— es una jornada familiar, ya que vienen vecinos y amigos a comer y pasarlo bien. Desde el Ayuntamiento preparamos también muchas actividades para los niños, como su procesión infantil en honor del Señor de la Vida o la fiesta, concursos y juegos tradicionales”, señaló el alcalde de Bélmez, Pedro Justicia.

La jornada contó, además, con actuaciones musicales para amenizar a todos los presentes, como la que ofreció la orquesta Mediterráneo. También hubo hueco para el vino gracias a la primera edición del concurso de cata de mosto elaborado por los propios lugareños. En definitiva, una serie de citas llenas de atractivo para que los habitantes de Bélmez y otros pueblos cercanos disfrutaran el primer fin de semana del mes de mayo de la mejor forma posible.

Las celebraciones en honor del Señor de la Vida hunden sus raíces en la tradición que cuenta que a un pastor de nombre Eufrasio, mientras guardaba sus ovejas, le fue revelado en sueños por un ángel que, en una mazmorra del castillo de Bélmez, había un cuadro que representaba a un Cristo amarrado a una columna para ser azotado. El pastor quiso recuperar el cuadro pero se encontró con la negativa del rey moro que gobernaba el castillo. Pidió ayuda Eufrasio a las tropas cristianas que se encontraban acampadas cerca de la fortaleza y, tras una dura lucha entre ambos bandos, el cuadro fue rescatado, proclamándolo patrón tanto de la aldea de Belmez como de Bélmez de la Moraleda. Esta representación data de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, pero perdura viva hasta la actualidad gracias a los vecinos.