Campaña para detener los vertido en el arroyo Salado

Un vecino encabeza las denuncias y contacta con otros ayuntamientos

14 ene 2017 / 20:53 H.

La lucha para preservar el entorno natural es el objetivo del tosiriano Manuel Hermoso, para que se detengan los vertidos ilegales de jamila y aguas fecales al conocido como Arroyo Salado, de cuyo recorrido total, casi 21 kilómetros están en el término de Torredonjimeno. La contaminación comenzó a detectarse el año pasado, supuestamente, desde las balsas del Llano Mateo, en el término municipal de Martos, desde el Arroyo Grima, uno de sus diecinueve afluentes. Esta práctica fue denunciada por Hermoso el 16 de mayo de 2016, pero la cosa no se quedó ahí. Según explica el propio Hermoso, tras un verano tranquilo y sin vertidos, con el comienzo de la campaña de aceituna, estos volvieron a detectarse, según él, en “cantidades gigantescas”, con muchos metros cúbicos”.

Ante esta situación, este ciudadano decidió acudir a la Policía Local, para que lo trasladara a las autoridades pertinentes, el pasado mes. Sin embargo, muy poco después, en concreto, el 6 de enero, se repitieron los vertidos. Y es que, como reflexiona, las sanciones por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir no son suficientemente intimidatorias. “Me da la sensación de que a esta comunidad de regantes le sale muy barato”, apunta Hermoso, que asegura que, dado ello, solicitará por escrito a la delegación de Medio Ambiente una copia de las acciones recogidas en el expediente fruto de la última denuncia, el 9 de enero. Este expediente podría unirse a un cuarto, puesto que, esta misma semana, hubo un nuevo vertido ilegal. Las autoridades municipales, además, parecen haberse comprometido con la causa, dado que desde el Ayuntamiento tosiriano también se realizan gestiones para acabar con esta práctica, incluidas dos denuncias interpuestas. Por parte de Hermoso fueron enviados varios escritos a los alcaldes de los municipios por los que pasa el arroyo, para que tengan conocimiento de la situación, algunos de los cuales, como el de Villa del Río, en Córdoba, Emilio Monterroso Carrillo, le respondieron que ya se habían tomado también medidas al respecto. Y es que, además de por Torredonjimeno, el arroyo pasa por Santiago de Calatrava, Porcuna y Lopera, en Jaén, y desemboca en el municipio cordobés, por lo que las consecuencias de los vertidos ya la está sufriendo su rica avifauna. “Es un corredor verde que se usa hasta el Guadalquivir y que tiene una gran importancia ecológica”, manifiesta Hermoso, que, para conseguir preservar todo ello, asegura que seguirá vigilante ante los posibles nuevos vertidos.

Esta misma semana, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil puso en marcha una investigación cuando se detectó un vertido en el río Frío, en el paraje natural de Los Cañones, en el término municipal de Jaén capital.