“Soy una enamorada del casco antiguo, me duele verlo como está”

La sangre reivindicativa corre por sus venas. Lo hace, como afirma con contundencia, porque es una enamorada de su ciudad y, especialmente, por el casco antiguo. Ángeles Estepa nació, se crió y reside en la actualidad en el barrio de La Magdalena, “un pueblo dentro de la capital, “donde la cercanía y el trato con el vecino es lo que prima. Aquí se comparte lo bueno y lo malo, tiene un encanto especial”, explica la jiennense. Vecina de la ciudad y una “institución” dentro del movimiento vecinal, al que lleva ligado desde hace dos décadas. Primero en la asociación de vecinos de su barrio, donde ha sido secretaria y portavoz, y, posteriormente, a la Federación de Vecinos OCO. Ángeles Estepa se convirtió en la primera mujer en presidir una federación en el año 2005. “De mi etapa como presidenta tengo muy buenos recuerdos. Todos íbamos a una y se consiguieron muchas reivindicaciones. Los políticos escuchaban más que ahora”, expresa la jiennense. En la actualidad es secretaria y portavoz de la Asociación de Vecinos de La Magdalena. “Mi vocación es servir a la gente y a eso me dedico, siempre he luchado y lo seguiré haciendo, porque me duele que no se ponga en valor el casco antiguo de Jaén. Estamos en una ciudad con un encanto que aún está por pulir. Y para ello los políticos tienen que quitarse la camiseta, dejar atrás el color político y atender al ciudadano”, dice y añade: “No me vale la palabra crisis. Hace falta inventar, con poco también se pueden conseguir bastantes logros”.

Muy sorprendida por la distinción que recibirá —considera que no es merecedora— Estepa no quiere pasar de largo el papel que desempeña la mujer en el movimiento vecinal. “En la actualidad tiene un peso importante en las asociaciones, hay muchas mujeres que presiden colectivos, además de todas las que trabajan por la ciudad”, apostilla. Mujer trabajadora, incansable, luchadora y amante del barrio que la vio nacer, la unión de Estepa con la ciudad va mucho más allá. La jiennense también está muy involucrada en la parroquia del barrio y es secretaria de la cofradía de La Clemencia. “Mi mayor reivindicación es conseguir que La Magdalena, el germen de la ciudad sea punto de referencia del casco antiguo como ocurre en otras ciudades y aquí no ”, concluye.