Rocío siempre en Alcaudete

La Asociación Flor de Espliego de Alcaudete organizó una multitudinaria manifestación en la que sus vecinos mostraron su repulsa por el crimen de Rocío Carrillo Porras, asesinada, con tan solo 19 años, por el que había sido su pareja, otro “chiquillo” como ella, de 20 años. El crimen sacudió las conciencias de los vecinos y, a tenor del anuncio que hizo ayer el sindicato CSIF, para nada cae en el olvido. La organización hizo público que los fondos recaudados en al III Carrera por la No Violencia de Género irá destinada al colectivo alcaudetense que, hace una década, espoleó a sus conciudadanos para que gritaran “no” a cualquier tipo de maltrato. Fue una jornada en la que se sumó a la marcha que recorrió el municipio otro símbolo de la violencia hacia la mujer, Clara Vallejo, tristemente conocida por ser una de las primeras españolas que puso rostro a las agresiones. La idea de “Flor de Espliego”, que cuenta con el respaldo del sindicato, es elaborar una escultura que recuerde a Rocío, una jiennense que copó titulares de periódico por la peor noticia posible, su muerte.

“Decidimos apostar por este proyecto porque pretende visibilizar los problemas de la violencia de género a través del recuerdo de lo que pasó en Alcaudete”, explica Rocío Cueva, secretaria de Igualdad de CSIF en Jaén. El título elegido para el proyecto de la asociación de mujeres alcaudetense no deja lugar a dudas: “10 años sin Rocío”. Esta obra se plantea como un referente para no olvidar esta lacra social; para que cualquier persona, desde los más pequeños a los mayores, pueda sentir la repulsa hacia los malos tratos. Los dorsales de los corredores que se sumen a esta prueba costarán 5 euros, para la carrera de adultos, y 3 en el caso de la infantil. La fecha prevista es el 27 de noviembre y las bases de la actividad están disponibles en la página web de la organización sindical. La Central Independiente de Funcionarios expresa su compromiso público de combatir y prevenir la violencia hacia la mujer. “Creer en la igualdad entre hombres y mujeres y luchar por la no discriminación de la mujer es fundamental para conseguir un mundo mejor para nosotros y las generaciones venideras”. A Rocío Carrillo Porras poco le sirvieron los esfuerzos que protagonizan instituciones, colectivos y ciudadanos a título particular para evitar crímenes de este tipo. Vivió hasta los 19 años, hasta que un 20 de agosto de 2006, el hombre del que se había enamorado le disparó; después, él se pegó un tiro que, finalmente, lo mató. Su familia se sumió en un infierno y los vecinos no podían mirar hacia otro lado ante unos hechos terribles que protagonizaban dos conocidísimos jóvenes. Su círculo recordaba que Rocío, antes de morir, había decido distanciarse del que fue su novio, tenía ilusión por estudiar.