Quesada se prepara para la segunda fase del plan de regeneración

Sobre el terreno quemado trabaja el Gobierno central

11 feb 2016 / 09:46 H.

Cuando se cumplen siete meses del incendio más devastador que ha azotado la provincia de Jaén en su historia reciente, los trabajos para recuperar la zona calcinada de Quesada no cesan. Desde el primer momento, las administraciones sumaron esfuerzos en pro de la recuperación de las diez mil hectáreas quemadas y, ahora, se demuestra sobre el terreno. Mientras que la Junta trabaja para acabar de redactar el proyecto de la segunda fase del plan de reforestación, sobre el terreno operan los técnicos enviados desde el Gobierno central. La intención del Ejecutivo autonómico, según confirmaron fuentes de Medio Ambiente, es que la segunda parte del programa pueda ponerse en marcha en abril, aproximadamente.

El consejero José Fiscal adelantó que la redacción del proyecto de las segunda fase está muy avanzada. Reconoció que en la zona hay mucho trabajo que hacer. En este sentido, las tareas que se ejecutan durante el primer año se dirigen, básicamente, a que no se empeore la situación del suelo y a que no haya erosión, de modo que las posibles lluvias “produzcan los menos daños” posible. En este punto, colabora el hecho de que durante lo que va de invierno no haya precipitado, como reconoció el alcalde de Quesada, Manuel Vallejo.

Uno de los aspectos de los que está muy pendiente la Consejería es de que ver cómo evoluciona la regeneración natural de la vegetación. La previsión es que a partir del segundo año se puedan llevar a cabo algunos trabajos forestales, siempre y cuando los técnicos lo consideren.

Mientras, el Gobierno central estará hasta mayo, aproximadamente, con las labores de recuperación. Su prioridad también es la recuperación forestal y minimizar los daños por erosión, para lo que se construyen fajinas así como albarradas —mecanismos de sujeción—. El Ministerio de Medio Ambiente y la Junta, se valieron de desempleados de la zona para hacer las labores por lo que generaron empleo, algo que agradece el regidor de Quesada.

Más de dos millones y medio de euros de inversión de las administraciones

La primera fase para la recuperación y reforestación del área afectada por el incendio del pasado mes de julio se puso en marcha a primeros de octubre y culminó en la primera semana de diciembre. Esta etapa inicial, con las medidas urgentes declaradas de emergencia, se centró en tres grandes aspectos. Por un lado, apostó por acciones de corrección hidrológica, una labor que se conjugó con la construcción y mejora de infraestructuras ganaderas y la eliminación de la vegetación afectada. El propio consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, visitó la zona afecta y comprobó, en primera persona, los trabajos que se acometían. Este programa contó con una inversión que rondó el millón de euros, mientras que la segunda fase está dotada con algo más de otro millón. A esta partida económica aportada por la Junta hay que sumar la destinada por el Gobierno central. En su caso, fue en diciembre cuando se iniciaron las acciones de emergencia en el paraje de la Cruz del Muchacho. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la empresa Tragsa, continúa, en estos momentos, sobre el terreno, con los trabajos de restauración forestal y medioambiental, con una inversión de 500.000 euros. Así, entre las dos administraciones han invertido más de dos millones y medio de euros.

los detalles

devastador. El incendio de Quesada se extendió por 10.195 hectáreas, con una superficie forestal dañada de un 96,6 por ciento sobre el total.

comparativa. Quesada pasó a formar parte de los mayores incendios del siglo en España. El peor, según el Ministerio de Medio Ambiente, es el que se produjo en Minas de Riotinto, en Huelva, el 27 de julio de 2004, que arrasó 29.867 hectáreas de masa forestal. Hay que remontarse a 1994 para encontrar otro tan virulento, en Villarluego (entre Teruel y Castellón), donde ardieron más de 28.000 hectáreas.

Despliegue. Desde que se originó el fuego, en las tareas de extinción trabajaron más de medio millar de profesionales, entre ellos la Unidad Militar de Emergencia. También se desplazaron 22 medios aéreos, de los que diez fueron aportados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, diez vehículos autobomba, 14 vehículos de extinción de la Unidad Militar de Emergencia, entre otros medios.