Querella en Jamilena ante la filtración de aguas fecales

Una familia atribuye al problema las grietas que hay en su casa

17 ene 2016 / 11:16 H.

La familia de Diego Garrido denuncia una filtración de aguas fecales en su casa de la Plaza del Carmen por una conducción semienterrada. Los cuatro habitantes de la vivienda se quejan de que el escape de agua se prolonga desde hace años y que los charcos de agua “maloliente” están en un lugar al que puede acceder cualquier persona —incluso niños—, pues solo separa la tubería de la calle una puerta sin candado. Ante la situación, Sara Garrido, abogada e hija del propietario, asegura que ya han presentado una querella por un supuesto delito medioambiental contra el concejal de Urbanismo, José Antonio López, y el de Obras, Sergio Cazalla, por consentir la polémica situación.

Diego Garrido remarca que, desde hace más de un lustro ha presentado sucesivos escritos ante el Ayuntamiento, sin que, pese a los requerimientos, se haya dado solución al problema. El vecino de Jamilena sostiene que las filtraciones de años acumuladas están detrás de las aparatosas grietas en el suelo y las paredes de su casa, así como de los desperfectos en el pavimento de la vía pública aledaña. A su juicio, pese a que el Ayuntamiento ha recaudado, en los últimos años, hasta treinta mil euros en la tasa de alcantarillado entre los inmuebles que vierten en la tubería de la discordia yse niega a acometer una obra que costaría diez veces menos.

La familia Garrido asevera que, aparte de las acciones penales, exigirá en los tribunales una compensación económica por los “graves daños” en su domicilio. En esta línea, la hija, letrada, esgrime dictámenes de arquitectos, geólogos y peritos indpendientes que —dice— los atribuyen, sin duda, a la filtración.

“Todo es un montaje y un fraude”

Los ediles José Antonio López y Sergio Cazalla dicen no tener constancia de la querella y se muestran tranquilos. López tilda de “montaje” y “fraude” las quejas, pues no hay problemas similares en viviendas próximas. Agrega que es imposible que una cantidad tan pequeña como la que se filtra genere daños así y asegura que todo se debe a que el terreno en el que se asienta la casa es abundante en veneros, por lo que aventura una posible mala ejecución de los cimientos. “Quieren endiñarle el problema al Ayuntamiento y que asuma el coste de la reparación de en su casa, de más de treinta mil euros”, remarca. El concejal de Urbanismo, que acaba de reincorporarse trasuna baja, anuncia que no arreglará la tubería, algo que es “simple”. Adelanta que, después de hacer un reportaje fotográfico, colocará una arqueta y un caudalímetro, que evidenciará que solo salen mil litros al día. José Antonio López prevé emprender acciones legales.