Pasión en la residencia de Entrepinares del Mercadillo en Cambil

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La Residencia de Entrepinares del Mercadillo en Cambil vivía una mañana de Lunes Santo más que especial. Desde hace cuatro años, los trabajadores y residentes del centro organizan una procesión para tener un vínculo más cercano con la Semana Santa y vivir un día extraordinario que se aleje de la rutina. La Asociación Musical de Campillo de Arenas interpretaba el himno de la Virgen de Belén, patrona de Noalejo y lugar de procedencia de la familia Algar Torres, propietaria de Entrepinares del Mercadillo. Fue una procesión en la que no faltaba detalle en una sala que estaba a rebosar. Este año, como principal novedad, los anderos portaban un trono totalmente nuevo, el de Nuestro Padre Jesús Cautivo. El trono de la Virgen de la Esperanza, por segundo año, también estaba presente en esta procesión en la que también había mantillas y penitentes vestidos de nazareno. Los anderos mecían ambos tronos con tesón y elegancia, al compás de la marcha. Sin duda y pese a la lluvia, una día para enmarcar.

“En el confinamiento, trabajadores del centro hicieron una pequeña procesión. Tuvo tal éxito que cada año ha ido a más. Es especial”, expresaba Francisco Ordóñez Campos. Tatiana Algar Rodríguez comentaba: “Siempre tenemos que tener un ‘plan B’ porque la ilusión de los residentes nunca se puede perder. Llevamos meses preparando”. Por su parte, Juan de Dios de Castro Carazo añadía: “La procesión estuvo muy bien organizada y bonita. No conocía el centro y hemos vivido todos un día maravilloso”. “Es un día especial para nosotros y, en especial, por los residentes porque pueden vivir las tradiciones de una forma más cercana”, decía Teresa Muñoz Villar.