Montizón quiere abrir la mina La Caprichosa para el turismo
El proyecto contempla una ruta senderista y mejora de los restos del yacimiento
Aprovechar recursos singulares para no perder el tren del turismo de interior. Montizón trabaja para la recuperación y adecuación de la Mina del Avellanar o el Pozo La Caprichosa, situada a unos ocho kilómetros de Aldeahermosa, como recurso que atraiga visitantes. Ahora, como informa el alcalde, Valentín Merenciano, ultiman la memoria para que Medio Ambiente dé su visto bueno y se pueda poner en marcha el proyecto. Hasta allí, llegará una ruta de senderismo y se podrán visitar los restos de la explotación minera, cerrada hace ya cuarenta años, en 1978, para conocer los valores culturales y medioambientales sociales de este bien industrial, al tiempo que servirá como zona de esparcimiento con merenderos en esta zona de Sierra Morena.
Más de un año de trabajo llevan el Ayuntamiento de Montizón junto con la Asociación para el Desarrollo Rural de la Comarca de “El Condado”, Asodeco, para preparar la memoria del proyecto, que está ya prácticamente terminada, como explica Merenciano. “Se enviará a Medio Ambiente, que debe ceder el uso de los terrenos”, destaca. Una vez conforme la Administración autonómica, se realizará el proyecto definitivo y, a través de Asodeco, se ejecutará. “Ahora mismo es difícil hablar de plazos”, reconoce el alcalde. “Con el cambio de Gobierno en la Junta, tenemos que solicitar una nueva reunión con los responsables de Medio Ambiente. Ya teníamos el visto bueno del anterior delegado y ahora tendremos que volver a presentar la idea, para que siga el proceso en marcha”, explica. Consideran que pueden resultar un atractivo para el turismo. Allí, todavía quedan ruinas de las edificaciones de la mina y tratarán de mantener para que no terminen de desaparecer, al tiempo que, a través de señalización y cartelería, se pueda recorrer su historia y el visitante conozca su importancia. En su época, recuerda el responsable municipal, eran bastantes las familias que trabajaban en esta mina de plomo. De hecho, todavía hay vecinos que son testimonio de su historia.
cerrar pozos. Y en todo este proyecto, como apunta Merenciano, una parte importante sería dotar de seguridad la zona, en especial, la localización y cierre de pozos para evitar accidentes. “Tenemos que reivindicar que los pozos se sellen”, apunta.
Montizón y Asodeco reciben asesoramiento para la elaboración de la memoria del Colectivo Arrayanes de Linares, como reconoce el alcalde, como especialistas en minería.
El Proyecto Arrayanes es una propuesta de protección, conservación, recuperación y puesta en valor del patrimonio minero industrial del distrito Linares-La Carolina, que nació en coincidencia del cierre de la última mina de plomo, en 1991. En la imagen, el alcalde de Montizón, Valentín Merenciano, y el gerente de Asodeco, Sebastián Lozano, con miembros de Arrayanes en una reunión ayer mismo.