Una auténtica “academia de superhéroes” de la calle

Más de cien niños participan en el campamento estival de La Inmaculada

25 ago 2017 / 16:12 H.

No todos los campamentos de verano son iguales. Por lo general, no hay una “academia de superhéroes”. Y, menos aún, de los de verdad, como los padres, los abuelos y otras personas que se vuelcan por completo en ayudar a los demás. Descubrir lo meritorio de estas acciones fue uno de los objetivos principales del nuevo campamento de verano organizado por la parroquia de La Inmaculada. La edición de este año, titulada “SuperGod’s Academy”, se celebró en la Casa Diocesana Trayamar, en Algarrobo Costa (Málaga). Hasta allí se desplazaron 100 niños de hasta tercero de la ESO y el grupo de 30 monitores y premonitores (desde cuarto a universitarios).

La actividad estival estuvo repleta de actividades, desde juegos de diverso tipo hasta asambleas. “Citas muy emotivas para todos los que hemos participado”, señala el párroco, Raúl Contreras Moreno, que también participó en el campamento. Lo singular del programa es que se realizó, como en años anteriores, con un objetivo. En este caso, la “academia de superhéroes” de La Inmaculada pretendió que los niños hicieran un itinerario que comenzase con la creación de su propio “superhéroe con superpoderes”.

“En las películas hay otros campeones, aquellos que han desarrollado algunas cualidades humanas hasta el punto de convertirlas en un superpoder”, indica el sacerdote, que añade que el fin es que cada uno de los participantes descubriese qué cualidad humana podrían desarrollar para parecerse al personaje que diseñaron. “Para convertirse, así, en superhéroes de la calle”, apunta. Unos días, por lo tanto, de enriquecimiento personal y alegría, en el que se realizaron otros actos, como una misa en la playa o la visita a residencias de ancianos. Y la “SuperGod’s Academy” no acabó ahí. Ya en Mengíbar, se celebraron actividades de convivencia, como la visita a la piscina o el viaje al parque acuático Aquasierra previsto para hoy. Así que hay campamentos muy especiales cuyo espíritu perdura en el tiempo, como es el caso de los de La Inmaculada, una “academia” de fe, muy humana y de grandes ilusiones.