Abriendo Camino es capaz de hacer realidad su “Ensueño”

El Ayuntamiento acondiciona la sede de la asociación, que abrirá en enero

09 dic 2016 / 11:42 H.

Un sueño hecho realidad. La Asociación de Discapacitados de Mengíbar y Comarca Abriendo Camino celebró la sexta edición de sus Jornadas de la Discapacidad y, en esta ocasión, el plato fuerte fue no tanto una reivindicación para el futuro, sino la presentación de una anterior petición que sí se hará realidad: el Proyecto Ensueño. Gracias a esta iniciativa, y al apoyo del Ayuntamiento de Mengíbar, que ha cedido y acondicionado un céntrico edificio ubicado en la calle Reina Sofía, a unos metros de la Casa de la Cultura, el colectivo atenderá a sus socios tanto como asociación como Centro de Atención Infantil Temprana (CAIT). “Estamos moviendo y encajando todas las piezas que están a nuestro alcance para conseguir nuestro sueño. Y soñar es gratis, pero realizar un sueño no. Y aquí solo puedo decir gracias al Ayuntamiento. No nos hartaremos de dar las gracias en ocho vidas que vivamos; por los profesionales, por los padres, pero sobre todo por los niños”, explicó Ana Chica Fuentes, una de las profesionales de la asociación y responsable de presentar el proyecto durante las jornadas celebradas en el Auditorio Municipal.

El alcalde mengibareño, Juan Bravo, indicó que destinan 30.000 euros de las arcas municipales para hacer “un centro adecuado desde donde dar un servicio de calidad”. “Y así lo hemos hecho. Es una causa muy justa”, expresó. A la cita también asistió la delegada provincial de Salud, Teresa Vega, quien elogió la labor realizada “de manera comarcalizada” por Abriendo Camino, de la que afirmó que es el “nexo de unión” entre Mengíbar, sede de la asociación, con Cazalilla, Espelúy y Jabalquinto, cuyos alcaldes (Manuel Jesús Raya, Manuela Cobo y Pedro López, respectivamente) también estuvieron presentes en el acto. “Es una lucha por la calidad de vida y las condiciones y el desarrollo social”, expresó. Entre otras actividades, se ofreció el testimonio de un joven sordo mengibareño, Felipe Hoyo García, que desde pequeño se esforzó arduamente para formarse y labrarse un futuro.