Músico por vocación y pasión

El profesor Manuel Moral destaca como compositor de marchas cofrades

07 may 2017 / 10:51 H.

Manuel Moral Centeno es músico y desde 2008 imparte clases de clarinete en el Conservatorio Profesional de Música de Jaén “Ramón Garay”. Aunque su vocación musical no le viene de familia, Moral es heredero, sin saberlo, de una tradición que ha convertido a Martos en cuna de grandes músicos y compositores. No obstante la ciudad alberga tres bandas de música y una escuela municipal por la que ya han pasado cientos de alumnos.

Fue precisamente en la Agrupación Musical Maestro Soler, donde, gracias al ejemplo de sus primos, Moral tuvo la oportunidad de conocer los secretos del clarinete. Era 1979 y este fue el instrumento que le asignó su entonces director Juan Aranda, que desde el primer día descubrió en él un don innato para el aprendizaje musical. “Al principio me asignaron el clarinete como aficionado, pero cada vez me fue gustando más”, dice, con una sonrisa. Moral recuerda que Juan Aranda le preparó para los exámenes de Primero y Segundo de Solfeo cuando el Conservatorio de Jaén no contaba con la disciplina del clarinete, pero permitía los exámenes libres. También recuerda con afecto a Sacramento Andrade, de la que recibió clases de piano. En 1986, con la incorporación de los estudios de clarinete en el Conservatorio de Jaén, Moral Centeno siguió estudiando hasta la obtención del Grado de Clarinete, con un expediente que le valió el reconocimiento del Premio de Honor en 1995.

Reconoce que sus comienzos en el Conservatorio no fueron sencillos y tuvo que lamentar algún desencuentro con sus padres, preocupados por su futuro. Después de un largo periplo como profesor de música en institutos de Córdoba y Granada, Moral superó sus oposiciones en 2008 “con la mejor nota de toda Andalucía, dice con orgullo.

De su faceta como compositor Moral declara que lo hace “por afición y por devoción”. Su primera gran partitura la dedicó a la “Virgen de los Desamparados”, por la profunda impresión que le causó la imagen y que estrenó la banda Maestro Soler en el Cinema San Miguel en 1999. Después vinieron la marcha “María Auxiliadora” en 2001, el “Himno para la beata sor Francisca”, que realizó para voz y piano, la marcha “Esperanza y Resurrección” que en 2006 compuso para la Banda del Cristo de la Fé y del Consuelo y la última, “Reino Trinitario” que realizó para la Cofradía del Cautivo. Aunque también ha realizado arreglos de otras obras como “Una mañana temprano” para la Cofradía de la Virgen de la Cabeza, entre otros.