Muestra de apoyo al panel test por ser una garantía de calidad

El Ayuntamiento de Martos firmó su adhesión al manifiesto de entidades, empresas, instituciones y organizaciones relacionadas con el aceite de oliva virgen español en defensa de la calidad y del consumidor, que determina que el método de análisis sensorial aplicado al oro líquido. Indican que el panel test es una herramienta indispensable en la actualidad para su clasificación. El concejal de Agricultura y Olivar, Emilio Torres, destacó que frente a las críticas vertidas por algunos grupos de interés relacionados con la comercialización de aceite de oliva donde “tachan de subjetivo el panel test y, sobre todo, acusan de inseguridad jurídica su clasificación” desde el Ayuntamiento marteño abogan por una política de calidad en relación a su producción. “Ya que, a día de hoy, el panel test es un método absolutamente objetivo y el único que certifica la calidad, más allá de los análisis físico-químicos que, evidentemente, son complementarios”, matizó. Además, Torres destacó que volver a ese único método físico-químico como análisis de criterio de calidad sería retrotraerse a tiempos anteriores, “mientras que la política y el buen trabajo que se está haciendo por parte del sector en pro de la consecución de aove de calidad pues sería un paso atrás”. Por todo ello, el equipo de Gobierno marteño mostró su compromiso en la adhesión a este manifiesto impulsado por la Asociación Española de Municipios del Olivo.

El documento se registró tras la demanda de algunas organizaciones del sector al Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, en las que denuncian inseguridad jurídica en la aplicación de la normativa vigente de análisis sensorial —cata— de aceites de oliva vírgenes, proponiendo su no aplicación. Sin embargo, desde el grupo de asociaciones, agrupaciones y organismos públicos y privados ligados al sector oleícola consideran que el método de análisis sensorial aplicado —panel test— es una herramienta indispensable en la actualidad para su clasificación, puesto que permite diferenciar los aceites vírgenes extra, de los vírgenes y los lampantes, por encima de los análisis físico-químicos. “Consideramos que es imprescindible que los aceites de oliva vírgenes extra y vírgenes tengan que pasar esta prueba, no solo para valorizar el enorme esfuerzo de los olivareros y las almazaras productoras, sino para que los consumidores que adquieren un aceite de oliva virgen extra no solo encuentren un producto acorde con la categoría declarada en su etiqueta, sino con la que su descripción merece y sin defectos organolépticos”, recoge el manifiesto presentado ante el ministerio. La metodología fue desarrollada por el Consejo Oleícola Internacional y está contemplada en la normativa actual de la Unión Europea desde hace más de 15 años, con contrastada experiencia en su aplicación por los laboratorios oficiales que, además, son auditados periódicamente por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) y por el propio Ministerio. “Este método ha estado en continua evolución desde sus inicios y sigue siendo susceptible de mejoras como cualquier otro”, indicaron.