Merecido premio por toda una vida

Los vecinos de Santa Marta-La Plaza reconocen la dedicación y el trabajo de Encarna Ruiz

20 mar 2017 / 17:15 H.

La Asociación de Vecinos La Plaza-Santa Marta ofreció un emotivo y sentido homenaje a Encarna Ruiz Aranda, una de sus integrantes más veteranas. La mujer recibió el tradicional reconocimiento “A toda una vida” por parte de la nueva junta directiva y de los habitantes de la zona, los familiares y los amigos reunidos en la sede.

La presidenta de la asociación, Paqui Ordóñez, dirigió el primer acto público de la nueva junta directiva de la entidad vecinal y aprovechó la ocasión para presentar al resto de componentes que la integran. Además, recordó a los residentes en el barrio su disposición a escuchar cualquier sugerencia que contribuya a la mejora de la calidad de vida.

En esta ocasión el reconocimiento recayó en la persona de Encarna Ruiz Aranda, una mujer que, en palabras de la presidenta, “siempre ha estado implicada en las actividades de la asociación desde el mismo momento de su fundación”. Paqui Ordóñez realizó una semblanza personal de la homenajeada que siempre ha vivido en el barrio y reconoció el carácter “emotivo y merecido” del homenaje destinado a una marteña trabajadora y luchadora, “muy querida por todos”, que desde muy niña empezó a trabajar en la cosecha de aceituna y llegó a trabajar en el departamento de envasado de la antigua fábrica de aceites Elosúa. La homenajeada recibió varios ramos de flores de sus familiares y una placa recuerdo del homenaje de la junta directiva. A continuación se ofreció una merienda de convivencia para todos los asistentes en las dependencias de la sede de la asociación.

un RECUERDO MUY especial a su marido

Paqui Ordóñez recordó que no es la primera vez que la asociación piensa en hacerle un homenaje a Encarna Ruíz, ya que en 2013 estaba todo organizado para proclamarlos a ella y a su marido, José Martínez, “Hogueros Mayores de la Feria de San Juan”. Un revés del destino hizo que no fuera posible porque el esposo falleció en esos días, lo que hizo imposible el merecido tributo hacia la marteña.