La práctica del yoga se abre camino

La práctica de yoga se ha extendido hasta Occidente. Ha despertado un gran interés en la sociedad actual como respuesta al agitado ritmo de vida y el estrés. Tanto es así que se ha declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Esta disciplina surgió hace más de 6.000 años en India, y se ha hecho con muchos seguidores que han encontrado en esta práctica un equilibrio y un bienestar, al reducir la tristeza, el miedo y la ansiedad.

Nárada, “Mensajero Divino”, ese es el nombre espiritual de Francisco Chamorro, un maestro de yoga que desarrolla esta actividad en el centro Mandala de Martos. Comenzó su formación hace diez años en el país asiático, en el Centro Internacional de Yoga Sivananda. Emprendió como maestro y abrió un centro. “Mi camino, mi destino y mi visión de vida es mostrar el yoga”, dice. Destaca que la filosofía de esta práctica repercute mucho en el mundo del ser, del comportamiento, de las emociones, la alimentación y, sobre todo, en la meditación. Con el Hatha Yoga —indica— se trabaja, principalmente, las posturas corporales y su corrección a través de la respiración, donde se entrena la capacidad de escuchar los mensajes que manda el cuerpo, que conecta con uno mismo y transforma cualquier dolor físico y mental en otro tipo de energía. “Tú mismo eres tu médico, tu sanador y tu guía”, apunta.

Por otro lado, en este centro de yoga, ofrece sus conocimientos sobre Kundalini, otra modalidad de yoga, Jai Te Gang, que significa Victoria de la Espada. Empezó su camino en esta disciplina en Inglaterra hace 9 años con un proceso de iniciación que después continuó en otras escuelas. Su interés lo despierta durante un voluntariado en este lugar, en un festival de yoga, donde por mera curiosidad, asistió a clases de pranayama, término en sánscrito que se utiliza para designar a los ejercicios respiratorios del yoga. Desde entonces empezó a practicar por su cuenta y ya no pudo dejar de formarse sobre ello. “El yoga te lleva a la libertad y a la expresión de tu propia esencia, siendo capaz de ofrecerte la posibilidad de disfrutar por completo de tu día a día, de tu vida, de esa conexión entre lo físico, lo mental y espiritual. Tenemos una necesidad de conexión, y no solo con nosotros mismos, sino en tu trabajo, con tus amigos y familia”, indica. Francisco Chamorro, propietario de la escuela marteña, invita a disfrutar de esta disciplina, a través de sesiones de yoga en un ambiente adecuado, una sala interior y un jardín en horarios de mañana y de noche. “Estamos en proceso de cambio y de crecimiento. Esperamos introducir cosas nuevas y abiertos a la incorporación de gente nueva que desee conocer y experimentar los múltiples beneficios del yoga”, concluye.