Gesto hacia los necesitados

El colegio San Amador celebra, en el municipio, su sexto mercadillo solidario

16 dic 2018 / 11:34 H.

La comunidad educativa del colegio San Amador de Martos celebró su particular mercadillo navideño en el Parque de Manuel Carrasco con el objetivo de obtener fondos que le permitieran ayudar a las familias más necesitadas vinculadas con el centro. Se trataba de un cita de índole altruista que alcanzó su sexta edición.

Entre el miércoles y el viernes, los vecinos de Martos tuvieron ocasión de colaborar con la iniciativa al adquirir en las instalaciones del centro los artículos navideños confeccionados por sus propios alumnos e incluso por algunas madres que participaron en un taller impulsado desde el colegio, en el que hubo opción de trabajar con los materiales comprados gracias al fondo económico que aportan los mismos profesores, si bien la jornada celebrada en el mercadillo local fue como apunta la directora del centro, Antonia Vázquez, la más importante y en la que más cantidad de gente ha colaborado, igual que cada año. “Todavía no sabemos la cantidad exacta que se ha recaudado, se ha vendido casi todo. La gente ha colaborado a tope, y eso es algo que siempre tenemos en Martos, la solidaridad de nuestra gente”, explica Vázquez.

Este año, además, desde el colegio se aprovechó que la Junta de Andalucía le había concedido la puesta en marcha del proyecto Proeducar para organizar talleres destinados a niños de quinto y sexto. La actividad consistía en la elaboración de los adornos navideños con materiales reciclados, unos artículos que se pusieron luego a la venta. El proyecto perseguía luchar contra el abandono escolar. Aparte de ello, se organizaron talleres. “Nosotros los hemos aprovechado para dirigirlos hacia las artes plásticas, la música y otras disciplinas y que también trabajaran la parte emocional y valores como la solidaridad”, afirma la directora.

El dinero recaudado se destinará para la compra de carros de comida que se repartirán la próxima semana entre las familias vinculadas al centro que tienen menos recursos. “Cada año nos ponemos de acuerdo con los servicios sociales y hacemos un estudio para saber qué familias pertenecientes al colegio tienen una situación más precaria”, apunta Vázquez, quien hace hincapié en el hecho de que los alimentos adquiridos son de “primera necesidad”. Entre ellas menciona el pollo, las patatas, el aceite y la harina. En los años previos, dentro de la iniciativa pudieron adquirirse hasta trece carros de comida, valorados en unos setenta u ochenta euros, aunque el año pasado fue más flojo y los fondos solo llegaron para comprar once. Según detalles la directora, como criterios se tienen en cuenta las necesidades particulares de cada familia en cuanto al tipo de alimentos que se ofrecen, dado que, como manifiesta la responsable educativa, algunas de las familias son de origen extranjero, algo que el centro respeta.

UNA LABOR ESPERADA CADA AÑO

La iniciativa para celebrar un mercadillo solidario en el colegio San Amador surgió en 2012. “A nosotros nos tocó de lleno la crisis económica”, apunta Antonia Vázquez. La responsable del centro explica que “había familias que incluso comían una vez al día”. Vázquez asegura que la actividad ya forma parte de la idiosincrasia del centro. “Es esperada cada año por los chavales”, afirma.