En defensa del patrimonio local

La arquitecta Ana Sánchez Fúnez reivindica la rehabilitación de los edificios del casco histórico

29 ago 2016 / 12:45 H.

La arquitecta Ana Sánchez Fúnez, que realizó proyectos tan emblemáticos como el columbario del santuario de la Virgen de la Villa o la restauración de las termas de Jabalcuz en Jaén y la del Puente Mocho en Beas de Segura, invita a apreciar la arquitectura tradicional marteña lejos del “oculocentrismo” de las apariencias y a poner todos los sentidos para valorarla de forma efectiva. Cree que en Martos hay voluntad de recuperar el centro histórico pero faltan ayudas y agilidad en las gestiones administrativas.

A pesar de su juventud, Ana Sánchez Fúnez cuenta con una dilatada experiencia como arquitecto en el campo de la rehabilitación de elementos patrimoniales. Se licenció en la Escuela de Arquitectura de Granada y siempre recordará con afecto al padre Albert, profesor del colegio San Antonio de Padua, que despertó en ella “la vena creativa” que le llevó a estudiar esta disciplina e interesarse de forma muy especial por la rehabilitación y recuperación de edificios históricos. Mientras muchos de sus compañeros de promoción se abren camino fuera del país, ella se ha quedado en Martos donde comenzó con un proyecto de rehabilitación de cinco viviendas en el centro histórico, la rehabilitación del edificio de la antigua fábrica de gaseosas en la calle San Juan y la construcción del columbario del santuario de la Virgen de la Villa, quizá su trabajo más emblemático en la Ciudad de la Peña. Hoy, gracias a la expedición de certificaciones energéticas para viviendas asegura que conoce el centro histórico de Martos, “después del despoblamiento paulatino, se empieza a recuperar, sobre todo gracias a la labor de rehabilitación que realizan otros ciudadanos europeos instalados allí”, dice Sánchez. Lo mismo ocurre, asegura, con otros barrios y pedanías como Villar Bajo, Las Casillas y La Carrasca, “que ya cuentan entre sus vecinos con gran número de foráneos”.

En referencia a la apreciación del patrimonio histórico y arquitectónico de Martos, Ana Sánchez opina: “Si nos basamos solo en el sentido de la vista, esta nos puede dar una imagen incompleta del valor de los edificios y de la trama urbanística, que debemos apreciar con todos los sentidos, es decir que si solo valoramos la apariencia visual —lo que ella denomina “oculocentrismo”— no tendremos una idea completa de cómo se planteó el urbanismo en su día, ni el planteamiento originario del arquitecto que diseñó el inmueble”. No obstante, su tesina titulada “Habitar la Arquitectura desde la Polimultisensorialidad” ha despertado interés fuera de las fronteras y actualmente tutoriza un trabajo sobre este tema en Argentina.