Emilio Torres: “Las plazas cumplen las leyes urbanísticas”

El concejal sale al paso de las quejas de varios vecinos del Nuevo Martos y defiende las instalaciones deportivas

03 mar 2019 / 16:10 H.

La postura del Ayuntamiento se mantiene firme con respecto a las quejas de los trece propietarios del barrio del Nuevo Martos sobre la instalación de equipamiento deportivo en la Plaza de María Auxiliadora. A pesar de que estos residentes —que dicen contar con diversos informes técnicos que apoyan su versión— denuncian que las actuales instalaciones no se ajustan a lo establecido en el Plan General de Ordenación Urbana marteño, el concejal de Urbanismo, Emilio Torres, es tajante. “Este proyecto cumple todos los parámetros urbanísticos y es absolutamente legal. Las plazas no sólo no cambian para nada el carácter de zona verde, sino que incluso se han aumentado las zonas de césped, que se unen a la instalación de distintos equipamientos de mobiliario urbano”, detalle.

El edil, que defiende la elaboración del proyecto, asegura que “es necesario remontarse al principio de la historia”. Al respecto indica que la remodelación de las seis plazas del Nuevo Martos “era una demanda histórica de los vecinos del barrio, una población considerable en número y muy joven”. Y es que, según explica Torres, “el barrio se construyó hace algo más de treinta años y desde entonces no se había mejorado nada, “un hecho que había supuesto que “las plazas se encontraran en una situación de degradación muy importante, con problemas de suciedad, falta de mobiliario urbano, deterioros y problemas de vandalismo”. Ante tal situación, el concejal relata que el equipo de Gobierno fue sensible a tal demanda, fruto de lo cual se elaboró un proyecto de remodelación a través del programa PFEA con una inversión de unos 600.000 euros.

Tras ello, Torres explica que mantuvo una reunión informativa con los miembros de la Asociación de Vecinos La Noria en la que les presentaron el borrador del proyecto y en la cual todo fueron parabienes hacia la iniciativa. No fue hasta después de haber transcurrido el mes pertinente de exposición pública del proyecto cuando, según Torres, “tres vecinos, de los que al menos uno de ellos pertenecía a la asociación, plantearon que no les parece bien lo que se planteaba en la zona.

Sobre a versión del conjunto de vecinos hecha pública por este periódico anteriormente acerca de la negativa del Ayuntamiento a recibirlos para tratar el asunto, el concejal manifiesta que no es cierto que no quieran entrevistarse con ello. Añade: “Me he reunido personalmente con tres de estos vecinos para explicarles las particularidades del proyecto e incluso para aconsejarles la regulación de horarios de uso de la plaza, pero su única intención era conseguir la desinstalación de la misma”, algo que, a su juicio, resulta imposible porque el proyecto se financió con dinero de la Diputación, la Junta de Andalucía, el Gobierno central y propios del Ayuntamiento. “Si hubiera sido solo con nuestros fondos, podríamos habernos planteado la propuesta”, afirma.

En el lado contrario se encuentra, sostiene, una gran cantidad de vecinos, que, por distintas vías, los felicitan por el proyecto y les piden por favor que no toquen las zonas verdes tal y las dejen como han quedado. Concluye: “No hay que olvidar que el barrio lo forman más de seiscientos vecinos y, al final, nosotros nos dedicamos al bien común, no a los caprichos de una parte del vecindario”.