El detenido confiesa que mató a su casero a martillazos

El hombre de 43 años detenido por la Guardia Civil por el homicidio de su casero, de 60 años, ya está en prisión preventiva, comunicada y sin fianza. Así lo decidió el magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Martos tras tomarle declaración sobre los hechos. El arrestado, identificado como Habib M., de nacionalidad marroquí y sin permiso de residencia, confesó el crimen ante su señoría, tal y como confirman las fuentes judiciales consultadas. Afirmó que mató a la víctima a martillazos. Según su versión, le asestó varios golpes en la cabeza con un mazo de grandes dimensiones —que todavía no ha sido hallado— y, posteriormente, prendió fuego a la casa en la que se produjeron los hechos, en el número 5 de la calle Peña. Entre las cenizas fueron hallados los restos óseos del fallecido, en concreto, el torso y las extremidades. La identificación completa del cadáver todavía está pendiente de los resultados de las pruebas de ADN.

Fue el pasado viernes por la noche cuando los vecinos alertaron del incendio registrado en la casa en la que vivía el detenido y que era propiedad de la víctima. Al parecer, le tenía cedido el uso del inmueble “por caridad”. Testigos presenciales explican que vieron a Habib M. marcharse del lugar “sin avisar a nadie ni pedir ayuda”. El dueño de la casa no regresó a su domicilio, por lo que sus familiares sospecharon que podría estar en la vivienda calcinada. No se equivocaron. El sábado por la mañana, la Guardia Civil y la Policía Local hallaron el cuerpo sin vida.

Para entonces, Habib M. ya estaba detenido como presunto autor de un delito de homicidio. Ayer, confesó el crimen ante su señoría. Fue interrogado con la ayuda de un intérprete. Cuando le preguntaron por los motivos por los que mató a su casero, expuso razones sorprendentes: habló de “demonios”, de “voces”, de “visiones” y de una especie de “ritual”, tal y como señalan las fuentes consultadas. Añaden que fue una declaración “incoherente” y “poco lógica”. Al respecto, Habib M. contó al juez que tiene un don especial para “encontrar tesoros ocultos”, como oro o piedras preciosas. Añadió que el fallecido entraba a la casa para quitarle esos objetos y que, para ello, le “hacía ver demonios que no lo dejaban vivir”. Según su versión, fueron esas voces las que le dijeron que tenía que matar a su casero.

Las partes solicitaron al magistrado la realización de varias diligencias de investigación.