Devoción y amor en Las Casillas

Los vecinos viven sus días grandes con la celebración de la romería de la Virgen de Fátima

09 jun 2019 / 11:38 H.

La pedanía de Las Casillas se ha vestido con sus mejores galas para celebrar, durante todo el fin de semana, la romería en honor a la Virgen de Fátima, una cita anual en la que los casilleros se echan a la calle para acompañar a su venerada imagen. Durante tres días, se realizan una gran cantidad de actividades y actos para disfrute de los vecinos y visitantes del municipio.

La organización ha preparado, con sumo cuidado, la programación para que sea “una gran fiesta”. Así, el pasado viernes, comenzaron los primeros actos, a las nueve y media de la noche, con el rezo del santo rosario y la bonita ofrenda floral. Una jornada más tarde, las actividades comenzaron sobre las siete, con la retransmisión de las vísperas, desde la parroquia, por parte de “Radio María" y, tras ello, una hora más tarde, se celebró la santa misa en honor a Nuestra Señora de Fátima, oficiada por Manuel Jesús Ceacero Sierra, que estuvo acompañada por los cantos religiosos, realizados por “Un nuevo amanecer”. A continuación, se produjo el momento más deseado por todos, la procesión de la imagen, que partió desde el templo para bendecir las calles del municipio. Fueron muchos los fieles que se agolparon a la salida de la ermita, un templo de nueva creación, construida en 1986, donde la Virgen brilló y se dejó querer. Los devotos la siguieron en procesión, para dejar constancia del amor que sienten y de su implicación en cada una de las ediciones. La procesión pasó por Puerta del Sol, calle Juan Carlos I, Plaza de la Constitución y, finalizando, el paso y sus devotos volvieron a Francisco Molina para despedir, un año más, a la Virgen, donde aguardará una nueva romería. Tras el desfile, la celebración continuó con la verbena y la actuación del Dúo Vendaval que puso música y un gran ambiente hasta altas horas de la noche.

Para cerrar la romería, los castilleros pueden asistir, en la jornada de hoy, a una degustación de paella y platos típicos, a eso de las dos de la tarde. Un almuerzo que estará amenizado con música. Así, los casilleros cerrarán una edición más, una romería marcada por el buen ambiente, las cálidas temperaturas y el compromiso de unos vecinos que se vuelcan con su imagen, su querida Virgen de Fátima, con la organización de la programación de la romería, dando lugar a escenas que quedarán en el recuerdo de todos ellos hasta el próximo año, cuando se vuelvan a echar a la calle.