Arte y emoción en el recital de los “Rubito”

La Peña Flamenca vive una intensa velada de cante

07 nov 2018 / 11:17 H.

La Peña Flamenca de Martos volvió a disfrutar de una noche mágica cargada de arte flamenco y sensibilidad. Los encargados de que fuese así fueron los cantaores Rubito de Pará (Padre) y Rubito de Pará (Hijo), ambos de la Puebla de Cazalla, Sevilla. Estuvieron acompañados al toque por Paco Cortés.

La velada la abrió el maestro Rubito de Pará (Padre) que se arrancó con unos cantes por tarantos y siguió con unos fandangos naturales, donde aportó un abanico de fandangos de Huelva recordando al también maestro Paco Toronjo. Este repertorio hizo que los aficionados de Martos disfrutaran y se produjeran momentos de emoción. Rubito “Padre” demostró, una vez más, que es un cantaor de Peñas Flamencas y mantiene unas grandes facultades.

Rubito “Hijo”, volvió a poner de manifiesto la responsabilidad de cuando un cantaor está en una peña flamenca, que suele ser un templo del flamenco. Se entregó en un repertorio donde cantó gran cantidad de palos del cante.