Semana Santa con la vista en el cielo

El mal tiempo deslució algunos de los momentos más esperados para los mancharrealeños

22 abr 2019 / 16:12 H.

El mal tiempo hizo que la Semana Santa de Mancha Real se viviera mirando al cielo para ver si las lluvias daban un pequeño respiro con el que poder disfrutar de las distintas cofradías. Para el presidente de la Unión Local de Cofradías, Francisco M. del Águila, la Semana Santa de Mancha Real es hermosa y devota, sencilla pero a la vez solemne, que a pesar de las dificultades ha sabido mantenerse y en estos últimos años resurgir con una inusitada fuerza. “Estamos ante la gran desconocida de la provincia de Jaén”

Las cuatro cofradías y un grupo parroquial de pasión que existen en Mancha Real se encargan de dar culto y procesionar un total de diez imágenes sagradas. La cofradía del Cristo de la Misericordia, Nuestra Señora de la Salud y San Juan Evangelista abrió la Pasión. Esta joven hermandad, que desde que se convirtiera en cofradía en 2012, procesiona sus tres imágenes titulares en dos tronos: el Cristo de la Misericordia y tras él, Nuestra Señora de la Salud y San Juan Evangelista. La noche de Jueves Santo, la parroquia de la Encarnación sacó sus mejores galas para rendir devoción y acompañar al Cristo del Perdón y el Señor de la Humildad en su vía crucis durante sus catorce estaciones.

Ésta dio paso a la esperada Madrugá, la cual tuvo que retrasar su habitual salida en más de una hora para evitar las inclemencias meteorológicas. Pasadas las 6:30 de la mañana, a un gran número de fieles y devotos que a pesar de las gélidas temperaturas esperaron a las puertas de la parroquia de San Juan Evangelista para acompañar a Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores que iban al encuentro del Santísimo Cristo de la Piedad, que les esperaba en la ermita de Nuestra Señora de la Cabeza para realizar su hermoso recorrido por las calles de Mancha Real.

El viernes santo fue el día más triste, pues tanto el Santo Entierro —perteneciente a la cofradía de Nuestro Padre Jesús— como la Soledad no pudieron hacer sus estaciones de penitencia por la lluvia. El broche a la semana santa mancharrealeña lo puso la fiesta de resurrección. Después de la vigilia pascual, El Resucitado procesionó por los alrededores de la parroquia de San Juan Evangelista.