Arte flamenco en la fiesta de la Pipirrana

El pueblo mancharrealeño acoge la 47 edición del popular evento que dejó a todos un buen sabor de boca

23 jul 2018 / 08:23 H.

Mancha Real vivió una noche de emoción, magia y duende en la 47 edición de la Pipirrana Flamenca. El escenario del auditorio municipal fue testigo del arte y la gracia de los artistas que actuaron en este evento cultural con solera, organizado por la Peña Flamenca “El Trillo” y enmarcada en el programa cultural veraniego del Ayuntamiento de Mancha Real.

Pasadas las diez de la noche arrancaba la edición número 47 de la Pipirrana Flamenca ante la atenta mirada de los vecinos de Mancha Real y miembros de peñas flamencas de las provincias de Jaén como Sabiote, Porcuna, Sierra de Segura, Navas de San Juan, Mengíbar, Pegalajar, Bedmar y Jimena, entre otros, que se desplazaron hasta el auditorio.

El flamencólogo Rafael Valera fue el encargado de guiar este festival, que dio paso a la alcaldesa del municipio, María del Mar Dávila, que reiteró el apoyo del Ayuntamiento al flamenco y dedicó unas emotivas palabras al homenajeado de la noche, el cantaor Perico Sevilla. Con el artista Rubito de Pará Hijo arrancó la 47 Pipirrana Flamenca y sobre el escenario del auditorio municipal fueron desfilando los artistas flamencos en una noche digna de recordar, no sólo por la maestría de los cantaores y guitarristas sino por la cantidad de vecinos y visitantes que abarrotaron el lugar. El cantaor arrancó su cante por granainas acompañado de la maestría del guitarrista Antonio Carrión para seguir con cantes por tangos, seguirillas bulerías y finalizar con fandangos de Huelva.

Le siguió en el escenario Rocío Segura. La almeriense demostró en el escenario su buen cante y raza junto al guitarrista Jesús Zarrias. Comenzaron por tangos, tantos, cantos abandolaos, granainas, bulerias y acabaron por fanandos.

Mediada la velada llegó el turno del cantaor local Manuel Restoy junto al guitarrista Antonio Carrión que por motivos de salud tuvo que acortar su actuación. Tras esto, se hizo presente en el escenario la bailaora Rocío Martinez, que, junto con su grupo continuaron por alegrías en la 47 Pipirrana Flamenca. Acto seguido actuó la gaditana Manuela Cordero, muy querida y esperada en Mancha Real ya que en la pasada edición no pudo estar presente debido a problemas en su garganta. Acompañada por el gran Antonio Carión, la gaditana se arrancó por tangos, alegrías, soleá y bulerías para finalizar por fandangos.

Los organizadores del festival dejaron para el final la guinda del pastel, el granadino Julián Estrada. El cantaor es una de las joyas del actual panorama andaluz por su aire suave, moderno e innovador que muestra en casa uno de sus cantes. El de Puente Genil estuvo acompañado de la guitarra de Jesús Zarrias en los cantes por trilla, malagueñas rematadas por cantes abandolaos, alegrías, tangos de Badajoz y Milongas. El cantaor que visitaba por primera vez Mancha Real, se fue agradecido y emocionado por la calurosa acogida que el pueblo mancharrealeño le ofreció. El de Puente Genil recibió una merecida ovación y puso en pie un público que estuvo entregado durante toda la actuación.