Los trabajadores de la fábrica de uranio valoran recurrir a Estrasburgo
Luchan por el reconocimiento de enfermedad laboral
Mientras me haga sombra el cuerpo, voy a seguir dando guerra. Mientras viva, voy a seguir pidiendo lo nuestro, lo justo”. Son las estremecedoras palabras de José Soto, extrabajador de la fábrica de uranio que funcionó en Andújar durante tres décadas. Él también es el presidente de la Asociación de Extrabajadores que, desde hace casi también treinta años, lucha porque las enfermedades que padecen, fruto de la exposición a la radiación, les sean reconocidas como profesionales. Y, en su caso trágicamente, el reloj juega en contra. De los 126 trabajadores que formaron la plantilla, apenas quedan una veintena, con edades entre los 75 y los 80 años y enfermos. “Todos tenemos una farmacia en casa”, dice Soto. Hasta 53 han fallecido por procesos cancerígenos. Sin embargo, la Seguridad Social solamente ha reconocido la enfermedad profesional a un 25%.
“No tenemos noticias ni avances. Solo el silencio de los partidos mayoritarios, que no quieren saber nada de este tema”, dice el iliturgitano. Pero siguen luchando. Ahora, como reconoce, tienen esperanza en que los nuevos partidos se impliquen con sus reivindicaciones y colaboren en su lucha. “Están agotados de las muchas promesas falsas de los partidos políticos. Todos se han comprometido y después que se han echado hacia atrás”, dice Manuel Vázquez Prieto, abogado de la asociación. El proceso judicial se agotó en 2010 cuando, como recuerda, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía desestimó su recurso por falta de pruebas de relación-casualidad. Están enfermos de cáncer, como reconoce, es su única prueba. No tienen un informe que diga que la exposición al uranio continuada, y sin medidas de protección y seguridad, ha colaborado a ello. El próximo paso, como admite, podría ser recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. “Es solo una intención, lo estamos analizando jurídicamente. Creemos que la causa lo merece, la exposición a material radioactivo a la que fueron sometidos tiene que tener algún tipo de compensación”, apunta. Estudia, de esta forma, esta posibilidad y no conoce todavía si hay precedentes similares aunque, como lamenta, si se alargan los procesos, los supervivientes difícilmente podrán ver si resulta. “Van buscando que no quedemos ni uno. Ese es el Gobierno que tenemos”; dice el extrabajador. Pero avisa, aunque ellos fallezcan, ahí seguirán sus viudas y sus hijos.
Mercedes Barranco, parlamentaria por la provincia de Jaén de Podemos Andalucía, ha presentado una pregunta escrita en el Parlamento Andaluz para esclarecer el seguimiento que está llevando a cabo la Junta de Andalucía sobre el plan de vigilancia y mantenimiento de la Fábrica de Uranio de Andújar que ejecuta Enresa. En la misma pregunta, la parlamentaria pregunta al Gobierno Andaluz si tiene conocimiento sobre la apertura de expedientes de incidentes con repercusiones radiológicas sobre los trabajadores, la población y el medio ambiente o sobre las actuaciones en el marco de las competencias del Gobierno Andaluz para garantizar la protección del medio ambiente y la salud de las personas en el área de influencia de la fábrica. Por último, pregunta sobre las actuaciones llevadas a cabo por el Gobierno Andaluz para el reconocimiento de las enfermedades laborales de los trabajadores de la Fábrica de Urano de Andújar.
Como recuerda Podemos, en 1991 a través de una Orden del Ministerio de Industria y Energía, se autorizaba a Enresa a la ejecución de las operaciones para el desmantelamiento de esta fábrica. En marzo de 1995, a través de la Resolución de la Dirección General de la Energía, daba por finalizado el desmantelamiento y la restauración del resto de zonas afectadas por las actividades de la fábrica. Dicha resolución dio comienzo al denominado periodo de cumplimiento, que se estableció inicialmente en 10 años. Por otro lado el emplazamiento, exento de instalaciones, quedó bajo vigilancia de Ensera en las condiciones iniciadas en dicha resolución. Transcurridos por tanto, los diez años del periodo de cumplimiento, al no haberse alcanzado aún los valores previstos, el emplazamiento continúa en periodo de cumplimiento.
entre 1959 y 1981. La fábrica de Uranio de Andújar (FUA), se sitúa en el término municipal de Andújar y está clasificada como instalación radiactiva de 1º categoría. Esta fábrica estuvo operativa entre 1959 y 1981 y trató mineral de uranio para la obtención de concentrado de óxido de uranio.
entre 1991 y 1995. El 1 de febrero de 1991, a través de una Orden del Ministerio de Industria y Energía, se autorizaba a Enresa a la ejecución de las operaciones para el desmantelamiento de esta fábrica. En marzo de 1995, a través de la Resolución de la Dirección General de la Energía, daba por finalizado el desmantelamiento y la restauración del resto de zonas afectadas por las actividades de la fábrica.
Asociación. En 1991 se constituyó la asociación de afectados por la fábrica de uranio para agrupar y representar a los trabajadores y familiares de la fábrica que se vieron afectados por exposición a radiactividad.