Los quebrantahuesos, más viajeros durante mayo

Sus nidos están el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, pero su sangre es, por naturaleza, aventurera. Los quebrantahuesos puestos en libertad a través del Plan de Recuperación de Aves Necrófagas de la Junta de Andalucía surcan a sus anchas los cielos peninsulares. Los sistemas GPS de los que se dota a estas aves permiten hacer un seguimiento de sus recorridos, lo cual sirve, además, y a pesar de que algunos dispositivos dejan de funcionar correctamente, para saber cuántos de los quebrantahuesos siguen vivos y también cuáles son más “culo inquieto” y cuáles más hogareños. Desde el Plan de Recuperación de Aves Necrófagas se publican cada mes los mapas de movimientos de los 21 quebrantahuesos cuyos GPS funcionan sin problemas —se tiene la certeza de que en Andalucía hay unos 43 ejemplares, y desde 2006, en la región se han puesto en libertad 65 quebrantahuesos—. Normalmente, los hábitos viajeros de estas aves varían poco de un mes a otro, pero los mapas de mayo revelan cambios sustanciales en las rutas de algunas de ellas.

Stelvio, nacido en 2019, es uno de los quebrantahuesos más viajeros. Durante abril, su área de vuelo abarcó buena parte del noreste andaluz, la zona oriental de Sierra Morena y las sierras de Cazorla y Segura, pero en mayo amplió su recorrido notablemente. Aparte de visitar Cazorla, Segura y Sierra Mágina, voló hasta la Sierra de la Carrasqueta, en la provincia de Alicante, e incluso llegó a la costa, al cabo de San Antonio, para luego continuar por la zona oriental del Sistema Ibérico hasta alcanzar la Depresión del Ebro. Desde allí volvió al sur peninsular atravesando la Meseta Sur. Su viaje concluyó en plena Sierra Morena.

El caso de Trashumancia, también nacida el año pasado, es aún más llamativo. Mientras que durante abril apenas se movió del área comprendida entre Sierra Mágina y Sierra Nevada, el pasado mes recorrió la península de este a oeste. Desde la Sierra de Cazorla llegó hasta la Comunidad Valenciana, pero también recorrió Castilla-La Mancha desde Sierra Morena, pasando por los Montes de Toledo y la Sierra de Guadalupe hasta llegar a tierras portuguesas, para luego bordear el Macizo Galaico y la Cordillera Cantábrica y acabar su aventura viajera en la Sierra de Guadarrama.

Jovan, un quebrantahuesos que se mueve, sobre todo, por Sierra Nevada, también amplió durante mayo su área de vuelo y cruzó la frontera andaluza para visitar la Meseta Sur y luego regresar a su habitual entorno en el sureste de la península. Aunque en menor medida, Vainilla también enseñó en mayo su vena más aventurera. En abril visitó las sierras de Cazorla y Segura y Sierra Nevada, pero el mes pasado, además de estas dos zonas, voló, de igual modo, hasta el área meridional de la Meseta Sur y también surcó el cielo de la Cordillera Penibética hasta llegar a la Serranía de Ronda.

Otro caso reseñable es el de Pozo Alcón. Nacido en 2016, este ejemplar está muy vinculado tanto a Sierra Nevada como al Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Mes tras mes, su localizador GPS muestra sus continuos viajes de un punto a otro, algo que se ha repetido en mayo. A mediados del mes anterior, los técnicos del Plan de Recuperación de Aves Necrófagas reconocieron haber quedado sorprendidos “ante la facilidad y el capricho” con los que Pozo Alcón recorre los 90 kilómetros que separan ambas sierras en línea recta. De hecho, aunque a las 12:00 horas del pasado 16 de abril se encontraba en Sierra Nevada, a las 18:00 horas ya estaba de nuevo en el Parque Natural jiennense. Al día siguiente aún continuaba en Cazorla a mediodía, pero sólo cuatro horas más tarde ya había regresado a la sierra granadina. Por último, destaca el singular caso de Tugia, un quebrantahuesos “pealeño” liberado en 2016 en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas que hace años decidió emigrar al norte peninsular para acabar asentándose en los Pirineos.