Los mimos realzan la cocina en El Condado

La tradición y el cariño son cualidades que imperan en la gastronomía de El Condado, que cuenta con una cocina casera que invita a dar un paseo por los locales hoteleros de la comarca. Entre los manjares propios de esta zona resaltan las migas con torreznos, los espárragos en salsa, las habichuelas serranas y los andrajos con liebre. Una de las características que más llaman la atención de este territorio dentro de la provincia es que cuenta con hallazgos increíbles como las huellas de dinosaurio que se encontraron en Santisteban del Puerto. Esto convierte a la zona en un lugar idóneo para saciar al paladar y las ganas de aventuras por conocer todo lo que esconde esta zona. En el recién mencionado municipio destaca el rito culinario conocido como el ‘ajopuerco’, que se realiza cuando llega la temporada de matanzas. En este caso, la muerte del cerdo no solo provee a los santistebeños de su carne, sino que también es un símbolo de buena vecindad, ya que el plato de ajopuerco se ofrece a todos los invitados a la matanza. Además de este curioso platillo también cabe resaltar otros como las patatas pegadas o el cocido con arroz, así como los dulces de San Marcos, que tienen origen en los hornazos.

En la ciudad vecina de Castellar se encuentra una de las factorías marisqueras más importantes de la región andaluza y, con ello, esta población puede presumir de ofrecer algo diferente en la provincia, ya que el único mar que rodea a Jaén es el de olivos. Así, entre los productos que generan en esta factoría destacan las gambas blancas, las sardinas en vinagre o los langostinos. Aunque la gastronomía de Castellar puede revelar mucho más que marisco fresco, ya que en sus platos se mezcla la tradición con la cocina contemporánea con ingredientes tan de la zona como los espárragos o los cabetes. Junto a esta ciudad, en Chiclana de Segura, se hacen las migas de una forma un poquito más especial, pues mejoran la receta añadiendo torrezno, lo que les da un sabor más intenso y crujiente; y en su librillo de recetas están los galianos, comida tradicional de sus pastores. Y, algo más al norte, en Montizón, la cultura gastronómica propone una cocina con sabor a trashumancia y a recetas que van desde el ajo mollapan, embutidos hechos tras la matanza de noviembre y los pericones, entre otros muchos más.