Los loperanos abrazan a Nuestro Padre Jesús

Los vecinos cumplen con la tradición y decoran algunas de las calles por las que discurre el recorrido procesional

19 sep 2017 / 11:05 H.

Los loperanos cumplieron, un año más, con la tradición al engalanar las calles para el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Decoraron siete vías con alfombras de papeles de seda y pinturas de múltiples colores, entre otros elementos, como ofrenda al paso del Cristo. En concreto, este año destacó en su composición la ornamentación utilizada en las calles Vicente Orti, San Roque y Hospitalico.

La procesión de Nuestro Padre Jesús partió de la Ermita de Jesús, y la imagen fue portada a costal por un ferviente grupo de 45 costaleros de la cofradía. El resto de hermandades de Pasión y Gloria, reinas y damas, autoridades civiles y religiosas, y la Asociación Musical Jesús Caído de Montoro (Córdoba) formaron parte de la comitiva.

La imagen, obra del escultor valenciano Gabriel Borrás, recientemente restaurada por el imaginero Antonio Bernal Redondo en Córdoba, lució su túnica de terciopelo color guinda y bordada en oro, obra de Vicente García. La imagen portó la cruz de plata donada por Miguel López e Isabel Ruiz, tras salir ileso el primero de la Guerra de Cuba. Se vivieron varios momentos de gran intensidad a lo largo del recorrido, como la quema de una bonita colección de fuegos artificiales, por parte de Bernardo Castillo, en las calles Hospitalico y Nueva. Otros se registraron en el Llanete de Artero, cuando los costaleros acercaron la imagen del Nazareno a la casa donde se custodia la Cruz; en la calle del Pilar, con el lanzamiento de salvas por Francisco López, “El Cantica”, al paso del Nazareno, y en la calle Doctor Marañón, con el canto de la adaptación de la Marcha “Lágrimas de Pasión” por Francisco y Roque Martínez, acompañados al piano por Antonio Ángel Peña, y los gozos por Ana María Alcalá y Francisco Martínez. A la llegada de la imagen a su ermita, los vecinos se agolparon en la lonja de Jesús para ver su entrada en el templo, y se dejó sentir una gran emoción. La procesión sirvió de colofón a una fiesta muy arraigada en Lopera, que siguen cada año numerosos vecinos de la comarca de Andújar.