Los ibreños profesan todo su fervor y amor a “La Remediadora”

Vecinos del municipio participan en las numerosas citas religiosas que se celebran en honor de su patrona

03 may 2018 / 10:36 H.

La población de Ibros celebra su fiesta grande, estos días, con el firme propósito de venerar y rendir su cariño, por todo lo alto, a su patrona, la Virgen de los Remedios. Cita de calado para el municipio, lugar en el que se vive, de manera intensa, la programación de actos y cultos en honor de “La Remediadora”. Y es que el profundo amor que los devotos sienten por la Señora se deja notar en cada momento.

Así, desde el pasado martes, numerosos ibreños se sumaron a las propuestas diseñadas por la hermandad patronal para la festividad de este año. Entre los actos ya realizados, sobresalen el rosario de la aurora presidido por el estandarte de la cofradía, la primera eucaristía de los cultos y la multitudinaria ofrenda floral a la Virgen de los Remedios.

Ayer, como víspera a la jornada grande, se inició la actividad religiosa con un repique general de campanas y el rezo del ángelus. Pero, sin duda, uno de los momentos más reseñables tuvo lugar por la tarde. Tras la solemne misa en honor de la patrona de Ibros y el tradicional pregón, que este año corrió a cargo de Francisco Chinchilla Hurtado, “La Remediadora” salió en procesión por las calles de su pueblo. Una marea de personas acompañó a la imagen mariana y, en el plano musical, sonó la agrupación que lleva su nombre.

“Tal y como manda la tradición, la tarde de antes del día grande se celebra una procesión que tiene un recorrido más corto pero muy simbólico, ya que se trata de una especie de simulacro del traslado que se haría de nuestra Remediadora hasta el templo parroquial desde su desaparecida ermita”, señaló la hermana mayor de la Virgen de los Remedios, Josefa Moreno Pantoja, quien agregó: “Todo el pueblo está deseando ver a su Virgen por las calles y, de momento, hemos recibido muchos ramos de flores. La gente quiere mucho a su patrona, la vitorean, le rezan y le lloran, es muy emotivo ver tanta devoción”.

La Santísima Virgen de los Remedios, como advocación mariana que va estrechamente ligada a las señas de identidad de su pueblo, no está exenta de una historia entroncada en una piadosa leyenda que se remonta a los tiempos de la dominación árabe, cuando los ibreños, por temor a que la imagen fuera profanada por las tropas musulmanas, decidieron esconderla, para lo cual la enterraron. No será hasta el siglo XVIII cuando un vecino de Ibros, que sacaba barro para un tejar en la zona que hoy se conoce como Huerta de la Virgen, encontró una campana que, al levantarla, permitió ver en su interior la imagen de la Virgen. Pese a ello, el dueño del tejar quiso llevársela a Baeza, a lo que se opusieron los ibreños; y en tres intentos que hizo de transportarla a la vecina ciudad, la Señora retornaba a Ibros de forma milagrosa, lo que fue tenido por todos como el deseo irrevocable de la Virgen de quedarse entre quienes la hallaron.

Ese fervor popular hacia la patrona se renueva un año más y quedará evidenciado, hoy, con la procesión que recorrerá las principales calles de Ibros. Además, Diario JAÉN brindará a los vecinos una medalla de su patrona que podrán adquirir con su periódico.