Los embalses inician la nueva estación al 49% de su capacidad

Se encuentran once puntos por debajo de la misma fecha que hace un año

01 abr 2017 / 10:34 H.

Dice el refrán que en “abril, aguas mil”. Por lo pronto, según los pronósticos de la Aemet, el mes que comienza hoy lo hace sin lluvia a la vista. Pocas precipitaciones que vienen a agravar la situación de sequía en las que están sumergidos los pantanos de la provincia de Jaén. A día de ayer, los embalses no superaban el cincuenta por ciento. En la actualidad se sitúan al 49,48%, lo que supone once puntos menos que en la misma semana de 2016. El pasado año, por estas fechas, los pantanos jiennenses se encontraban al 60,55% por ciento de su capacidad. Y si se echa la vista atrás, la situación se agudiza aún más. Hace una década, en esta misma fecha, los embalses estaban al 70%, es decir, veinte puntos más que en 2017.

Mirando al cielo. Así están los agricultores, que se muestran esperanzados de que los próximos meses sean lluviosos. Lo cierto es que poco más de una semana de la entrada de la primavera, los embalses no viven su “mejor época”. Aunque esta estación comenzó con agua, el porcentaje de lluvia registrada puede resultar preocupante para la provincia, cuya mayor fuente de ingresos proviene del campo. Según informa la Junta, la sequía alcanza el grado de severa en algunas zonas de la provincia. Entre ellas, el sur del mar de olivos. Ejemplo de ello es El Quiebrajano que es, quizás, el que se encuentra en un situación de “mayor riesgo”. Apenas supera el 30 por ciento de su capacidad. Hace solo un año, casi se encontraba al cincuenta por ciento. Es decir, alcanzaba quince puntos más que en la actualidad. Entre los pantanos que tienen un porcentaje menor de llenado se encuentra el Giribaile, ubicado entre las comarcas de La Loma de Úbeda y El Condado, con un 43%; pese a la cifra, el porcentaje es similar a 2016. El Rumblar tampoco supera la mitad de su capacidad. Este pantano del que se abastece la zona de Baños de la Encina, en Sierra Morena, está cuatro puntos por debajo con respecto a hace un año, fecha en la que estaba al 52 por ciento. Por debajo de la mitad de su capacidad también se halla el embalse del Guadalén, con 37,91% de su llenado. El pantano de Vilches es uno de los que más se ha dejado notar la sequía, con casi veinte puntos menos que hace un año o treinta, hace una década. Los agricultores son los primeros en notar los efectos de la escasez de agua. Entre ellos están los productores de La Laguna, en Baeza, quienes ya alertaron a las instituciones de la falta de agua para cien mil olivares y para la reserva natural. También, los cuatro mil agricultores de Pozo Alcón, que abastecen del embalse de La Bolera. Sus reservas no alcanzan el 30 por ciento. Hace dos años por estas fechas superaban el 50 por ciento, más de veinte puntos de diferencia. La situación les llevó, hace justo un año, a crear una Mesa Comarcal del Agua del Guadalentín, con el propósito de aunar esfuerzos entre agricultores y autoridades y buscar alternativas para atajar la sequía.

la cara y la cruz del problema

No todos los embalses de la provincia se encuentran en la misma situación. Si bien la media no supera el 50%, algunos, sobre todo los ubicados en la zona de Segura, gozan de mejor salud. El pantano del Tranco de Beas se encuentra al 58%, mientras que el Aguascebas está a más del 60. También La Fernandina y el Guadalmena superan el 50%, con un 52% en ambos casos.