Las recientes lluvias retrasan las obras del Puente del Gato

El vecino higuerense respira tranquilo desde hace unos meses. El Puente del Gato, joya romana del patrimonio de Lahiguera que pudo servir de enlace con Villanueva de la Reina y Cazalilla, no corre ya riesgo alguno de desaparición. Desde el comienzo, este año, de los trabajos de restauración, la mejoría de la emblemática construcción es más que evidente. Lejos queda ya el temor de que acabara derrumbándose como consecuencia de la erosión provocada por el paso de vehículos agrícolas y las crecidas del arroyo homónimo por el que pasa.

No obstante, aún queda trabajo por hacer. De las tareas de restauración se encarga la empresa almeriense UMC Construcción, que se hizo con el proyecto, previa licitación, por 70.048,11 euros, una cantidad sufragada por la Junta de Andalucía, a través de Prodecan. La faena se pretendía retomar esta semana, tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la Orden SND/340/2020, de 12 de abril, que sólo obliga a mantener suspendidas por la crisis del covid-19 las obras en edificios en los que “se hallen personas no relacionadas con la actividad de ejecución de la obra, y que, debido a su ubicación permanente o temporal, o a necesidades de circulación, y por causa de residencia, trabajo u otras, puedan tener interferencia con la actividad de ejecución de la obra, o con el movimiento de trabajadores o traslado de materiales”. Sin embargo, de momento, habrá que continuar esperando.

La inestabilidad del terreno, reblandecido e inestable a causa de las últimas lluvias registradas en el municipio impide poder meterle mano a la escollera que protegerá la estructura del puente. “No hay por qué avanzar con prisas, lo primero es la seguridad”, señala la alcaldesa, Paqui Calero, que, teniendo en cuenta este nuevo aplazamiento “sine die” y el retraso provocado por el obligado parón de los últimos quince días, prefiere no hablar acerca de posibles fechas de culminación del proyecto. Cabe destacar que los trabajos comenzaron a principios de año y que el plazo de ejecución es de tres meses.

Mientras se espera a que se retomen las obras, continúa la búsqueda de la inscripción latina que un día lució en el puente hasta que, hace décadas, un vecino la retirara para impedir que se deteriorara o que se perdiera arrastrada por el caudal del arroyo. A mediados de marzo se emitió un bando municipal en el que “se ruega” a quien esté en posesión de la inscripción que, “para la correcta puesta en valor de este emblemático puente, proceda a su cesión” al Ayuntamiento. “No hemos tenido noticia alguna al respecto”, asegura la alcaldesa, que indica que los responsables municipales no manejan más información que la que puede extraerse de lo que ya casi se ha convertido en leyenda popular. Según el portal RedJaén, la piedra se halla en el patio de una casa de la Calle Jaén y la custodian los descendientes de Mateo Práxedes Martínez, que podría ser pariente de Práxedes Martínez, antiguo alcalde del municipio.