Las calles se visten de color para rendirse ante Cristo

Dieciséis altares adornan el trayecto por el que el Santísimo pasó acompañado de sus devotos

19 jun 2017 / 10:21 H.

Los villarengos celebraron el Día del Señor con su tradicional e histórica exposición de altares por las calles del municipio. Dieciséis obras de arte con las que se encontró el ostensorio con el Cuerpo de Cristo acompañado de sus fieles. La figura de un pozo en un suelo de piedra donde está escrito “Dios es agua” con una pared detrás, un abanico gigante adornado con rosas, un molinillo antiguo o una fuente de color blanca con Cristo en el centro fueron algunos de los trabajos. Además, los suelos volvieron a inundarse de dibujos de colores, alfombras vegetales y las paredes, de colgaduras de diversas ramas de árboles. En sus inicios, los altares eran simples mesas con los utensilios que se solían utilizar per, a partir de los años 70 se empezaron a crear figuras mucho más elaboradas. Los de Villardompardo se esmeraron en crear auténticas obras de arte, como las que se pudieron apreciar en las calles.

La importancia de esta tradición no radica en los altares ni en las personas que se acercan al pueblo con la intención de disfrutar de estas creaciones, sino en la unión que crea el proceso de elaboración. Los vecinos de la calle en la que se instaura el altar son los encargados de crearlo. Durante un año piensan y estudian cómo hacerlo y el motivo, generalmente en torno a la Sagrada Familia o a la festividad del Corpus. También con qué elementos. Normalmente usan materiales reciclables, como tapones de botellas, arroz, trigo e incluso cápsulas de café, para la decoración, como usan este año en uno de los altares, que era el dibujo de un cáliz en una lona roja. Es un momento de unión, de vínculo. Algunos de ellos no se ven en todo el año, o si se ven es para saludarse de forma cortés.

Sin embargo, con la intención de preparar la decoración para la reconocida procesión los residentes se reúnen en varias ocasiones a lo largo de las semanas, comparten momentos, vivencias y aprovechan para “ponerse al día”.

“Incluso personas a las que no les llama la atención la iglesia católica participan, porque es un fecha que significa unión entre los vecinos, una convivencia”, confesó José Contreras, vecino del pueblo. Cada vez son más los visitantes que deciden acercarse a este pequeño municipio con la intención de conocer y descubrir las magníficas obras artísticas que adornan sus calles y muestran el gran interés cultural y religioso que desprenden sus habitantes.