La trucha arco iris vuelve a seis cotos tres años después

La temporada comenzará el domingo tras una larga lucha en los despachos

15 may 2019 / 16:44 H.

Una larga espera toca ya su fin para cientos de pescadores en la provincia. Este domingo se abrirá oficialmente el coto de trucha arco iris de La Bolera, en Pozo Alcón, el que, tiempo atrás, se considerara “buque insignia” para esta práctica deportiva en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Lo anuncia Antonio López Iruela, presidente del Club Guadalentín y representante de la Plataforma nacional en Defensa de la Pesca. Este colectivo gestionará este recurso durante los próximos 5 años. Este es uno de los seis cotos en la provincia —se sitúan, además de en Pozo Alcón, en Villacarrillo, Siles, Frailes y Castillo de Locubín— que, por fin estos días, podrán iniciar su temporada después de tres años de incertidumbre y, sobre todo, lucha. Lo harán gestionados por ayuntamientos y los propios clubes después de sellar el último paso en la que ha sido una carrera, larga y complicada, de obstáculos desde el año 2007. Se trata de la firma, con la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible en Jaén de la adjudicación de esta gestión.

Para buscar el origen del problema hay que remontarse a la Ley de Biodiversidad de 2007, que recogió la clasificación de esta especie como invasora. Pero el problema, el momento en el que se detuvo la práctica de la pesca deportiva de la trucha arco iris, llegó tras una sentencia del Tribunal Supremo de 2016 que impedía el aprovechamiento cinegético deportivo de variedades catalogadas como tal. Como apunta López Iruela, fue en junio de 2018, tras muchas reuniones y negociaciones, cuando salió adelante en el Congreso una modificación a esta ley para que estas variedades siguieran siendo trofeos cinegéticos, con un artículo específico que ampara la suelta de la trucha arcoiris. Ya en este momento, como se puso sobre la mesa tras la aprobación, la prohibición de su suelta había supuesto un impacto económico negativo para los municipios rurales en los que se practicaban estas actividades deportivas, turísticas y de ocio.

“A Jaén llegaban muchos pescadores de todos sitios. Destrozó un sector entero que dejaba mucho dinero”, asegura el pescador en este sentido. “En estos últimos tres años, 14 tiendas especializadas han cerrado con una pérdida del 70% de las ventas”, punta. Eso, además de la ocupación de alojamientos turísticos, hostelería y otros conceptos. “Se calcula que el peso de la pesca de la trucha arco iris directa e indirectamente llegaba a dejar en la provincia de 1,5 a 1,8 millones de euros por temporada”, destaca el presidente del que fue también el club más grande, con más de 600 socios. Y es que, en Andalucía, Jaén es, junto con Granada, las únicas provincias con estos cotos, los que atraen a pescadores —y sus acompañantes— de muchos lugares. “Ahora hay que empezar a remontar tras estos años”, apunta. Este colectivo se ha quedado con unos 250 socios pero, en los últimos días, tras la noticia de la adjudicación definitiva, como explica su presidente, no deja de sonar el teléfono y de sumarse nuevas inscripciones.

Tras la modificación de la ley, entraron en juego las comunidades autónomas, competentes en regular la caza y pesca deportiva. Aquí, se traspasó la gestión a los clubes, a través de licitaciones que acaban de ser firmadas. Un proceso que ha retrasado el inicio de la temporada —habitualmente se hacía el tercer domingo de marzo— pero sin tiempo que perder empiezan ya las repoblaciones. De hecho, Guadalentín tiene ya hoy previsto soltar 500 kilos —como apuntan, hembras esterilizadas, que no suponen peligro de que se reproduzcan como especie invasora—, para que todo esté listo para este esperado domingo. Tres años después, vuelven a sacar sus artes de pesca para practicar su gran pasión, para la que, en Jaén, es destino de excepción.