La solución se viste de verde

La Guardia Civil visita las aulas para prevenir y detectar el abuso escolar y alejar a los alumnos de los delitos

31 mar 2016 / 09:15 H.

Juan Miguel González tiene mano con los niños. Su público lo conoce, son preadolescentes: de 11 o 12 años y comenta, con bastante alegría. “Es la segunda vez que viene Juanmi”, sí se refieren a un guardia civil que, lejos de imponerles, se los gana con “el boli multador”. Pero, aunque el ambiente en el colegio Nuestra Señora de las Nieves de Pegajalar es distendido, el asunto que se traen entre manos, el acoso escolar, llamado “bullyng”, no es para reírse. “Juanmi, el civil”, lo deja claro de inmediato, aunque, de nuevo, con mucha maña. En su portátil lleva preparado material para formar al tiempo que entretiene y carga un vídeo, en inglés con subtítulos, que advierte que, si tienes ganas de abusar de alguien, es mejor que te detengas a tiempo. Si no, tienes todas las papeletas para convertirte en alguien malo. “¡Qué lastima!”, exclama un grupo de chavales. “Juanmi” tiene toda la atención.

José Antonio Rentero Alcaraz, es el director del centro pegalajareño y está encantado con que este uniformado sea profesor ocasional. Su presencia cuadra perfectamente con los planes dirigidos a potenciar el uso positivo de las nuevas tecnologías, el fomento de la igualdad y otras herramientas destinadas a hacer más fácil la convivencia. Y es que, como deja clarísimo, aunque pueda parecer que nada ocurre en un pueblo rural jiennense, acciones como la de la Guardia Civil, en sus palabras, “sirven mucho a los niños y, también, a los padres”. En definitiva, el “bulling” no es algo ajeno al centro de Pegajalar y esa reflexión sirve para cualquier colegio o instituto de los 97 municipios. “Proporciona una línea directa, es mucho más fácil que ir al cuartel”, reflexiona el profesor. Juan Miguel González coincide plenamente y habla de los famosos “corrillos”. A veces, comenta, al terminar una de las “clases” sobre acoso escolar, los asistentes, tanto niños como mayores, intercambian impresiones, asienten y, finalmente, alguno acude a “Juanmi” o al resto de agentes del Cuerpo implicados en este plan, para decir que tienen un problema. “Tienen mi móvil personal”, aclara el hombre de verde. González se ofreció voluntario para el llamado oficialmente Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad en los Centros Educativos, en el que participa la Policía y la Benemérita, cada uno en su demarcación, después del infierno que pasó el amigo de su hijo, mientras estaba destinado en Albacete. “Es una pesadilla para el que lo sufre y para su entorno, por eso hay que reaccionar. Ahora este chico está bien, pero creo que es bueno ayudar a otros”, sostiene “Juanmi”.