La sequía alarma a regantes de Pozo Alcón y de Hinojares

Cientos de jiennenses sufrieron, a lo largo de 1995, problemas de abastecimiento de agua. Fue el caballo de batalla de un año que se caracterizó por sus once meses sin caer una sola gota. Por aquel entonces, las reservas de La Bolera eran tan bajas que quedó al descubierto el primitivo canal de Iturralde. Hoy, la situación no es tan extrema, pero sí empieza a preocupar, sobre todo a los ayuntamientos y a los regantes de Pozo Alcón e Hinojares. Tanto es así, que han decidido crear la Mesa Comarcal del Agua del Guadalentín.

En la reunión se debatieron diversas soluciones para paliar la sequía que ya afecta a la zona, tanto que incluso peligra la próxima campaña de riego, tal y como explicaron los componentes del grupo. Está integrado por representantes de los ayuntamientos de Pozo Alcón, Hinojares y Cuevas del Campo (Granada), de las diferentes comunidades de regantes así como por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

En la primera toma de contacto se acordó trasladar, de forma inmediata, a la dirección técnica del organismo de cuenca el inicio, de forma urgente, del proyecto de elevación de aguas del Guadalentín en el paraje de Peralta. Un proyecto que, según relatan, se paralizó el año pasado y que asciende a 1,5 millones de euros. También solicitarán la declaración de “sequía” para que los usuarios queden exentos, o se reduzca, del pago del canon y tarifa en la utilización del agua. Asimismo, se pedirá la autorización para establecer riegos de emergencia para el olivar. En los próximos días, miembros de la directiva de la comunidad de regantes se desplazarán a Sevilla para agilizar estas peticiones ante la sede central de la Confederación.

Recientemente, el segundo ciclo del plan hidrológico en la demarcación del Guadalquivir publicó la confirmación por la que se reconoce la concesión de agua de 30 hectómetros cúbicos para riego de 8.800 hectáreas, un permiso en vigor desde 1891 para la comunidad de regantes de Pozo Alcón, Hinojares y Cuevas del Campo.

El principal problema al que se enfrentan estos vecinos es a la falta de agua en el embalse de La Bolera, tanto que sus reservas son del 21,24%, según el último parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. El año pasado, por estas mismas fechas, se encontraba al 51,14, cerca de 30 puntos más de su estado actual. La falta de precipitaciones y nevadas copiosas que permitan una aportación ingente de agua son los responsable.

Mientras tanto, las lluvias hacen acto de presencia en la provincia, pero de forma muy dispar. Según la Agencia Estatal de Meteorología, en Bailén, por ejemplo, se contabilizaron 5,6 litros por metro cuadrado, una cifra muy alejada de los 20,56 registrados por la Confederación en la zona de Cazorla. En lo que va de año hidrológico, en el parque han caído más de 250 litros. Todo apunta a que las precipitaciones se mantendrán, como mínimo, hasta el sábado. A partir del domingo, llega el frío.