La “sed” de los embalses

Los niveles en La Bolera y El Rumblar son bajos, según la CHG

03 ene 2017 / 12:04 H.

La ausencia de precipitaciones de las últimas semanas se deja sentir en los embalses de la provincia, que apenas llegan a la mitad de su capacidad. Según los últimos datos registrados por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se encuentran al 46,75%, lo que supone 1.086,9 hectómetros cúbicos de agua embalsada frente a los 2.324,8 de la que es su aforo total.

Un dato inferior con respecto a 2016, puesto que la misma semana del pasado año se situaban en los 1.284 hectómetros cúbicos, lo que suponía un 55,98%. La diferencia es mayor, aún, si se echa la vista atrás una década. Así, en ese caso la cantidad de agua embalsada era de 1.339 hectómetros cúbicos; en total, el 57,57% de su volumen, lo que supone una variación muy escasa.

Si se compara con otras provincias ubicadas en la demarcación geográfica del Guadalquivir, la de Ciudad Real supera la cantidad embalsada por Jaén en cuanto a porcentaje, con un 63,31 por ciento, pero con un volumen en cuanto a hectómetros cúbicos mucho inferior (75 de los 118,6 a los que asciende su capacidad). En el caso de Córdoba, que es la que mayor volumen de agua embalsada tiene de toda la cuenca, está en los 1.723,9 hectómetros cúbicos de los 3.411,9 que puede albergar, lo que supone un 50,53% del agua que podría albergar. Huelva, por su parte, es la que cuenta con un porcentaje superior, que se sitúa al 80,2%, con un volumen total de 243,74 de sus 303,9 hectómetros cúbicos ya completos.

La situación se complica en el caso, en concreto, de dos de los embalses de la provincia. Según se recoge en el Informe de Sequías de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, los de La Bolera, ubicado junto al municipio de Pozo Alcón, y El Rumblar, en Baños de la Encina se encuentra en un nivel de alerta. En el caso del primero, según especifica el documento, el porcentaje embalsado es de un 24,8%, mientras que en el segundo asciende hasta el 43,0%. Dentro de la normalidad enmarca a otros dos jiennenses: el Aguascebas, en la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, que se encuentra a un 67,6% de su capacidad, y el Quiebrajano, en la Sierra Sur, al 38,6%. En el caso contrario, de los que se encuentran al máximo de su capacidad, está el embalse de Siles, que puede albergar 30,17 metros cúbicos y se encuentra a un 100,74%; el de Encinarejo, al 90,71% de sus posibles 15,2 hectómetros cúbicos, y el Tranco de Beas de Segura, al 56,01% de su gran capacidad —puesto que se trata del que más agua puede albergar—, que asciende a los 498,19 hectómetros cúbicos.

Así, y con unos datos que por el momento, y en comparación a años anteriores son más bajos, con el nuevo año solo queda esperar que lleguen las ansiadas lluvias y que los embalses puedan recuperar el agua que en los últimos meses apenas han visto, y la situación se normalice.

Los “tesoros” que hay ocultos bajo las aguas
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La otra cara de la moneda. En ocasiones, cuando el Giribaile registra niveles bajos de agua, es posible contemplar el conocido como Puente Ariza. Se encuentra entre los municipios de Linares y Úbeda, y se trata de la obra cumbre de ingeniería civil de Andrés de Vandelvira, una de las figuras clave del renacimiento español. El puente se construyó entre los años 1562 y 1563 por iniciativa del Concejo de Úbeda para mejorar la comunicación de Andalucía con el Levante y La Mancha a través de la comarca del Condado, y en la actualidad tan solo es posible verlo en contadas ocasiones desde que en el año 1998 se sumió bajo las aguas del embalse jiennense. La belleza y singularidad de sus proporciones, la grandiosidad de su arco central, su excelente realización de cantería y su autoría lo convierten en uno de los ejemplares más importantes.