La Sagrada Forma resplandece en Nuestra Señora de la Asunción

Solemne eucaristía como acto principal de la conmemoración del Corpus Christi

15 jun 2020 / 13:12 H.
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La pandemia del coronavirus mutiló las celebraciones del Corpus Christi en Iznatoraf. Sin embargo, los fieles no faltaron a la cita en uno de los días grandes del pequeño pueblo de la comarca de Las Villas, una atalaya situada a más de mil metros de altitud. Los actos quedaron circunscritos a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. El templo, por cuestiones del estado de alarma, tenía el aforo limitado a setenta personas, cupo cumplido sin problemas.

La cita principal del Corpus 2020 fue la misa oficiada por el párroco, Bartolomé López. Entre los presentes se encontraban, el alcalde, el popular Pascual Manjón, y miembros de la directiva de la Hermandad del Cristo de la Veracruz, encabezados por el presidente, Miguel Cruz, y la hermana mayor, Ana María Cruz.

Al principio de la ceremonia el sacerdote expresó su agradecimiento a Diario JAÉN por retransmitir la eucaristía y, permitir, de este modo, que llegue a devotos que se encuentran en la provincia y fuera. Ante todo dejó claro que se trataba de “un día grande” para el pueblo porque “Dios se hace presente”. López se detuvo en la efeméride protagonizada por el obispo de Jaén, Amador Rodríguez, quien precisamente ayer cumplió medio siglo desde su ordenación. En referencia a la festividad del Corpus Christi, el presbítero indicó que se trataba de una edición especial “en las formas, no en la esencia”. Continuó con una reflexión sobre la cuarentena, que, en su opinión, ayudó a los fieles a crecer y fortalecerse. “Jesús se sienta a nuestra mesa y nos alimenta”, mencionó en referencia a la celebración, muy arraigada entre los torafeños.

En su homilía, el responsable de la parroquia destacó que no puede olvidarse lo mucho que ha hecho el Señor por los creyentes. No podemos olvidar lo mucho que ha hecho el Señor por nosotros. Por ello invitó a darle las gracias con la convicción de que, al final de todo, “quedo lo esencial”.

Las medidas de seguridad higienosanitarias quedaron patentes a la hora del sacramento de la comunión. Los fieles presentes en el templo acudieron a comulgar con mascarillas y con precaución para mantener la distancia interpersonal en todo momento.

En la recta final de la ceremonia, la histórica Custodia fue trasladada por la iglesia ante la actitud de respeto de los congregados en la iglesia. Antes de volver al púlpito, Bartolomé López dejó el elemento de culto a los pies del Cristo de la Veracruz, colocado en andas. Después de la misa el Santísimo quedó expuesto durante varias horas para recibir la veneración de quienes lo desearan.

La imagen del Señor, patrón de Iznatoraf, permanece en el monumental templo del siglo XVI de manera extraordinaria. Llegó en Cuaresma, antes de la declaración del estado de alarma y ahí ha permanecido durante las semanas en que el monumento ha estado cerrado al público. Según las fuentes, este situación extraordinaria —el Cristo de la Veracruz debería estar de vuelta en su iglesia— probablemente se prolongará hasta sus fiestas de septiembre.

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